7/07/2016, 15:36
Ambos genin habían vencido aquella lucha, aunque no se conocían, se habían compenetrado bastante bien, casi como si fueran compañeros de equipo, y había sido una suerte, si lo hubieran hecho mal aquello podría haber acabado en tragedia.
Al parecer, Hazegawa concordaba con el rastas, pues admitió que aquello se había debido en gran parte a la suerte y que no querría repetir la experiencia muchas más veces, y lo cierto es que llevaba razón, quizás si hubiera una próxima vez, la pelea terminaría de una forma completamente diferente, y era mejor no arriesgarse.
— Es extraño…es primera vez que veo a uno en estos lares y mira…tenia esto atado al cuello, quizás sea la mascota de alguien. — Dijo extendiéndole el lacito rosado al rastas, un poco extrañado volviendo a estar de pie.
Riko no se había fijado en aquel detalle durante el combate, y ahora se arrepentía de ello. ¿Cómo había podido no darse cuenta del lazo? Esos son el tipo de detalles que no se le deben escapar a un shinobi. Quizás no estuviera del todo concentrado aquel día.
— Puede ser, si no... ¿Por qué iba a tener eso atado al cuello? Él solo no ha podido ponérselo... ¿no? — Preguntó Riko intrigado, aunque, por otra parte, ¿quién tendría un bicho así como mascota?
— ¿Suelen atacarte criaturas peligrosas la mayoría del tiempo? — Dijo eso, Haze soltó una carcajada, negando con la cabeza — Me preocupa que ese cocodrilo ataque a alguien más…no debimos dejarle escapar— Aclaro el Hyuga con un tono más serio, replanteándose la idea de usar su dojutsu, quizás así vería algo más.
El joven pelinegro miró a su acompañante, divertido.
— Pues... si te soy sincero, es la primera vez que me pasa, y espero que no me queden muchas más como ésta... — Rió también el rastas. — No te preocupes, seguro que le quedó claro que no es tan buena idea adentrarse en tierra firme. — Aclaró el genin, tratando de tranquilizar a su compañero.
— Lo que sí deberíamos hacer, es alejarnos un poquito de la orilla, solo por si acaso, ¿te parece bien — Preguntó mirando al mar.
Al parecer, Hazegawa concordaba con el rastas, pues admitió que aquello se había debido en gran parte a la suerte y que no querría repetir la experiencia muchas más veces, y lo cierto es que llevaba razón, quizás si hubiera una próxima vez, la pelea terminaría de una forma completamente diferente, y era mejor no arriesgarse.
— Es extraño…es primera vez que veo a uno en estos lares y mira…tenia esto atado al cuello, quizás sea la mascota de alguien. — Dijo extendiéndole el lacito rosado al rastas, un poco extrañado volviendo a estar de pie.
Riko no se había fijado en aquel detalle durante el combate, y ahora se arrepentía de ello. ¿Cómo había podido no darse cuenta del lazo? Esos son el tipo de detalles que no se le deben escapar a un shinobi. Quizás no estuviera del todo concentrado aquel día.
— Puede ser, si no... ¿Por qué iba a tener eso atado al cuello? Él solo no ha podido ponérselo... ¿no? — Preguntó Riko intrigado, aunque, por otra parte, ¿quién tendría un bicho así como mascota?
— ¿Suelen atacarte criaturas peligrosas la mayoría del tiempo? — Dijo eso, Haze soltó una carcajada, negando con la cabeza — Me preocupa que ese cocodrilo ataque a alguien más…no debimos dejarle escapar— Aclaro el Hyuga con un tono más serio, replanteándose la idea de usar su dojutsu, quizás así vería algo más.
El joven pelinegro miró a su acompañante, divertido.
— Pues... si te soy sincero, es la primera vez que me pasa, y espero que no me queden muchas más como ésta... — Rió también el rastas. — No te preocupes, seguro que le quedó claro que no es tan buena idea adentrarse en tierra firme. — Aclaró el genin, tratando de tranquilizar a su compañero.
— Lo que sí deberíamos hacer, es alejarnos un poquito de la orilla, solo por si acaso, ¿te parece bien — Preguntó mirando al mar.
~ Narro ~ Hablo ~ «Pienso»