9/07/2016, 21:57
Luego de la ‘agresión’ la pelirroja logró atrapar una de las gallinas y meterla al gallinero, a lo que la rubia la siguió metiendo un animal más en el mismo por lo que la misión parecía en buenas vías a ser cumplida.
—¿Aprendiste a levantarte? —Soltó burlona a su compañera.
Sin esperar una respuesta ni nada por el estilo, la menor comenzó a moverse en dirección a otra gallina que parecía distraída, u ocupada picoteando el lodo. Pero no, al instante en que sintió a la kunoichi acercándose comenzó a moverse en dirección contraria como cualquier animal haría al sentir el peligro y claro, una loca como ella caminando en el barro era un jodido peligro.
Un paso, dos, tres, cuatro y la distancia entre Ritsuko y la gallina no parecía disminuir, es más, por momentos parecía que aumentaba y es que la gallina no parecía tener tantos problemas como la chica que de vez en cuando se resbalaba hasta que finalmente se le ocurrió una bonita idea.
~Si puedo caminar por el agua… ~La kunoichi bajó su mirada a sus pies y concentró algo de chakra como quien intenta caminar por el agua y curiosamente el terreno se volvió algo más ‘firme’ si se le podía decir así.
De esta manera, con cierta sonrisa de satisfacción en el rostro la chica corrió lo más rápido que puedo hasta el emplumado ente que corría de ella y luego de un par de vueltas a todo el bendito corral logró atraparle en cuanto intentó saltarse los tablones que marcaban el límite del terreno.
—¡Ya van seis! —Soltó con alegría.
Abrazando con firmeza a su gallina para que no pudiera siquiera aletear, la pelirroja se fue directo al gallinero para dejar su pequeño y ligero trofeo y seguir con la misión. ~Espero me den un extra por ser más útil que ella. ~Pensó en lo que encerraba a las gallinas nuevamente.
—¿Aprendiste a levantarte? —Soltó burlona a su compañera.
Sin esperar una respuesta ni nada por el estilo, la menor comenzó a moverse en dirección a otra gallina que parecía distraída, u ocupada picoteando el lodo. Pero no, al instante en que sintió a la kunoichi acercándose comenzó a moverse en dirección contraria como cualquier animal haría al sentir el peligro y claro, una loca como ella caminando en el barro era un jodido peligro.
Un paso, dos, tres, cuatro y la distancia entre Ritsuko y la gallina no parecía disminuir, es más, por momentos parecía que aumentaba y es que la gallina no parecía tener tantos problemas como la chica que de vez en cuando se resbalaba hasta que finalmente se le ocurrió una bonita idea.
~Si puedo caminar por el agua… ~La kunoichi bajó su mirada a sus pies y concentró algo de chakra como quien intenta caminar por el agua y curiosamente el terreno se volvió algo más ‘firme’ si se le podía decir así.
De esta manera, con cierta sonrisa de satisfacción en el rostro la chica corrió lo más rápido que puedo hasta el emplumado ente que corría de ella y luego de un par de vueltas a todo el bendito corral logró atraparle en cuanto intentó saltarse los tablones que marcaban el límite del terreno.
—¡Ya van seis! —Soltó con alegría.
Abrazando con firmeza a su gallina para que no pudiera siquiera aletear, la pelirroja se fue directo al gallinero para dejar su pequeño y ligero trofeo y seguir con la misión. ~Espero me den un extra por ser más útil que ella. ~Pensó en lo que encerraba a las gallinas nuevamente.