21/05/2015, 17:11
-No! por favor! La mano no...la necesito. Sollozó el joven rapaz de forma desesperada. -Hagamos una cosa! ¿Y si os doy parte del botín y aquí no ha pasado nada? Tan desesperado estaba que intentó el sobornar a sus captores, algo que por desgracia para él, no iba a funcionar de absolutamente nada.
"Lo que hay que oír...menuda desfachatez..."
Gracias a la inestimable ayuda de Zukamane, levantamos a aquel ladronzuelo del suelo como un pelele y una vez de píe, pude cachearlo para intentar buscar el botín robado. La verdad, que no fue para nada difícil, solo fue rebuscar entre su camisa y apareció lo que vendría a ser una pequeña bolsa de tela a rebosar de monedas.
-Aja! aquí está. Exclamé.
-No por favor! es mío. Volvió a suplicar de forma vergonzosa el pequeño intento de ladrón. -Ahora empiezas a sentir lo que sintió a quién le robaste el dinero, bastardo!. Le contesté severo.
Por el peso de aquella bolsa diría que abrían con facilidad, alrededor de unos trescientos ryos más o menos. Lo que vendría a ser la recaudación de la desdichada tendera de una semana o quizás la quincena. Una barbaridad sin duda, sustraer el duro trabajo de una pobre mujer en un abrir y cerrar de ojos sin contemplar que la señora pueda estar manteniendo a su familia con este dinero.
-Pero por todos los Dioses!, acababas de dejar a la pobre tendera sin el dinero de todo lo que había recaudado todo lo que llevaba de mes!¿Te parece bonito?
El chico empezó a sentirse impotente ante la pregunta de Zukamane, su cara era como un libro abierto, y lo único que se le ocurrió decir balbuceando como un niño tonto. -Es...es...que.
-Habla ya! Seguí intimidando al muchacho, fuere cual fuere el motivo, seguro que jamás lo volvería a hacer.
-Es...que...quería hacerle... un regalo...a...a...mi novia...
"Venga va...No me lo creo"
Mi cara se descompuso por completo, trescientos ryos era una cantidad considerable y este niñato le robó el dinero a una pobre señora para hacerle un regalo a su novia. Lo que viene a ser ridículo, y no había mucho que decir al respecto. Afortunadamente la tendera tendría su dinero de regreso, sin duda.
-Madre mía chaval, eres malo como ladrón y además eres tonto...¿Ahora que hacemos Zukamane?
Las cosas pintaban mal para el ladronzuelo, sin duda el crimen cometido bien valía como mínimo una pena de cárcel. Intentaría ver con Zuka que deberíamos hacer con él.
"Lo que hay que oír...menuda desfachatez..."
Gracias a la inestimable ayuda de Zukamane, levantamos a aquel ladronzuelo del suelo como un pelele y una vez de píe, pude cachearlo para intentar buscar el botín robado. La verdad, que no fue para nada difícil, solo fue rebuscar entre su camisa y apareció lo que vendría a ser una pequeña bolsa de tela a rebosar de monedas.
-Aja! aquí está. Exclamé.
-No por favor! es mío. Volvió a suplicar de forma vergonzosa el pequeño intento de ladrón. -Ahora empiezas a sentir lo que sintió a quién le robaste el dinero, bastardo!. Le contesté severo.
Por el peso de aquella bolsa diría que abrían con facilidad, alrededor de unos trescientos ryos más o menos. Lo que vendría a ser la recaudación de la desdichada tendera de una semana o quizás la quincena. Una barbaridad sin duda, sustraer el duro trabajo de una pobre mujer en un abrir y cerrar de ojos sin contemplar que la señora pueda estar manteniendo a su familia con este dinero.
-Pero por todos los Dioses!, acababas de dejar a la pobre tendera sin el dinero de todo lo que había recaudado todo lo que llevaba de mes!¿Te parece bonito?
El chico empezó a sentirse impotente ante la pregunta de Zukamane, su cara era como un libro abierto, y lo único que se le ocurrió decir balbuceando como un niño tonto. -Es...es...que.
-Habla ya! Seguí intimidando al muchacho, fuere cual fuere el motivo, seguro que jamás lo volvería a hacer.
-Es...que...quería hacerle... un regalo...a...a...mi novia...
"Venga va...No me lo creo"
Mi cara se descompuso por completo, trescientos ryos era una cantidad considerable y este niñato le robó el dinero a una pobre señora para hacerle un regalo a su novia. Lo que viene a ser ridículo, y no había mucho que decir al respecto. Afortunadamente la tendera tendría su dinero de regreso, sin duda.
-Madre mía chaval, eres malo como ladrón y además eres tonto...¿Ahora que hacemos Zukamane?
Las cosas pintaban mal para el ladronzuelo, sin duda el crimen cometido bien valía como mínimo una pena de cárcel. Intentaría ver con Zuka que deberíamos hacer con él.