21/05/2015, 21:40
El chico se vio realmente asustado cuando Zuka mencionó cortarle la mano. No era para menos, perder una mano asustaría a cualquier ratero de poca monta. Incluso llegó a ofrecerles la opción de compartir el botín. Éste chico había llegado más que lejos... ¿ofrecía compartir el botín con sus captores? ¿En serio pensaba que existiese gente tan corrupta? Vergüenza debería de darle.
— Claro, lo compartimos y todos contentos... ¿eres tonto? —
El pelirrojo se guardó su opinión sobre el tema, aunque era evidente que también le había molestado ese comentario. Comenzó a buscar por sus ropajes, hasta rápidamente encontrar una bolsa de tela que resonaba a metal. El ladronzuelo se quejó de que era suyo, a lo que rápidamente el pelirrojo comparó en sensación a lo que éste le había hecho sentir a su verdadera dueña. Entre tanto, el rubio alzó una ceja, signo de incredulidad ante ésta situación.
"¿De verdad está diciendo que es suyo? ¿No se cansa de hacer el idiota?"
El Yotsuki soltó una profunda exhalación. Quedó observando por el momento, manteniéndose algo al margen de la actuación de éste peculiar ladrón. Cuando Yoshimitsu palpó y vislumbró el botín, se vio realmente indignado. Según afirmaba, esa cantidad de dinero había de ser al menos de lo que llevaban de mes. El ladrón balbuceó, y Yoshi le insistió en que hablase de una vez por todas. Para cuando éste lo hizo, Zuka no pudo mas que llevarse la mano a la cara, incrédulo. El chico decía que lo había robado para hacerle un regalo a su novia...
El rubio giró la cabeza de un lado a otro, intentando llegar a la realidad y escapar de esa absurda dimensión. Pero no, no fue capaz. Ésta en que vivía era la auténtica, y tal y como repitió el pelirrojo, ése ladrón además de mal ladrón era tonto. Tras esas palabras, preguntó al Yotsuki qué debían hacer.
— Pues creo que deberíamos acompañarlo a que él mismo entregue lo robado, y le diga a la persona a la que se lo ha quitado el porqué lo había hecho. Seguro que a esa persona le agrada saber que su agresor es un romántico. — Comentó sarcástico en las últimas palabras. — ¿No? —
— Claro, lo compartimos y todos contentos... ¿eres tonto? —
El pelirrojo se guardó su opinión sobre el tema, aunque era evidente que también le había molestado ese comentario. Comenzó a buscar por sus ropajes, hasta rápidamente encontrar una bolsa de tela que resonaba a metal. El ladronzuelo se quejó de que era suyo, a lo que rápidamente el pelirrojo comparó en sensación a lo que éste le había hecho sentir a su verdadera dueña. Entre tanto, el rubio alzó una ceja, signo de incredulidad ante ésta situación.
"¿De verdad está diciendo que es suyo? ¿No se cansa de hacer el idiota?"
El Yotsuki soltó una profunda exhalación. Quedó observando por el momento, manteniéndose algo al margen de la actuación de éste peculiar ladrón. Cuando Yoshimitsu palpó y vislumbró el botín, se vio realmente indignado. Según afirmaba, esa cantidad de dinero había de ser al menos de lo que llevaban de mes. El ladrón balbuceó, y Yoshi le insistió en que hablase de una vez por todas. Para cuando éste lo hizo, Zuka no pudo mas que llevarse la mano a la cara, incrédulo. El chico decía que lo había robado para hacerle un regalo a su novia...
El rubio giró la cabeza de un lado a otro, intentando llegar a la realidad y escapar de esa absurda dimensión. Pero no, no fue capaz. Ésta en que vivía era la auténtica, y tal y como repitió el pelirrojo, ése ladrón además de mal ladrón era tonto. Tras esas palabras, preguntó al Yotsuki qué debían hacer.
— Pues creo que deberíamos acompañarlo a que él mismo entregue lo robado, y le diga a la persona a la que se lo ha quitado el porqué lo había hecho. Seguro que a esa persona le agrada saber que su agresor es un romántico. — Comentó sarcástico en las últimas palabras. — ¿No? —