25/07/2016, 17:50
Otra noche fastidiosa, sin poder conciliar el sueño, una noche inquietante sin razón alguna para Satoru, pero ya estaba empezando a amanecer y no parecía que iba a poder dormir ya que de todas formas sus padres adoptivos harían que se levantase en un par de horas. El joven genin ya estaba decidido en levantarse y prepararse para salir de la casa intentando no hacer ningún ruido para evitar a su familia adoptiva, pero esto significaría salir sin desayunar, así que lo primero que haría en esa madrugada seria encontrar algún que se encuentre abierto temprano y donde poder desayunar.
La gran mayoría de los comercios se encontraban cerrados o preparándose para abrir, pero Satoru no tenía la intención de quedarse esperando a que alguno de estos locales abriera. Mientras caminaba por las calles de la aldea podía notar que había cierta tranquilidad en esas horas, prácticamente no había gente en la calle o por lo menos en la zona que él se encontraba recorriendo, además los pocos lugares que había abiertos en gran parte eran locales nocturnos los cuales parecían estar preparándose para cerrar.
No puedo creer que no encuentre nada abierto a esta hora….- Los pensamientos del joven genin se veían interrumpido por un largo bostezo- …demonios, es muy temprano y ya me siento cansado, solo espero a que el resto del día sea tan tranquilo como ahora.
Satoru no tenía pensado empezar a entrenar tan temprano y no tenía otra cosa que hacer más que deambular por las calles de la aldea. Mientras caminaba y pensaba que debía de hacer se decidió por preguntarle a la próxima persona que vea. En el momento que llego a ver a una persona caminando, Satoru empezó a caminar hacia aquella persona, cada uno iba en dirección donde estaba el otro. Cuando estuvo suficientemente cerca se dio cuenta que era una chica con un perro a su lado, ella tenía el cabello blanco y los ojos de color rojo, eran una combinación que llamaban la atención del joven Aburame.
Satoru se plantó frente a ella y decidió preguntarle- Disculpa, pero ¿me podrías decir algún sitio donde pueda ir a desayunar a esta hora?-Mientras hablaba uno de los kikaichū salió por debajo de la bufanda azul de Satoru y se posó en su mejilla.
Unos segundos después Satoru se dio cuenta de que se encontraba hablando con una kunoichi ya que el flequillo de esta tapaba el símbolo de la banda que llevaba. Al joven Aburame le parecía verla visto antes en algún otro lado, pero como normalmente no le prestaba mucha atención a la gente a de su alrededor.
La gran mayoría de los comercios se encontraban cerrados o preparándose para abrir, pero Satoru no tenía la intención de quedarse esperando a que alguno de estos locales abriera. Mientras caminaba por las calles de la aldea podía notar que había cierta tranquilidad en esas horas, prácticamente no había gente en la calle o por lo menos en la zona que él se encontraba recorriendo, además los pocos lugares que había abiertos en gran parte eran locales nocturnos los cuales parecían estar preparándose para cerrar.
No puedo creer que no encuentre nada abierto a esta hora….- Los pensamientos del joven genin se veían interrumpido por un largo bostezo- …demonios, es muy temprano y ya me siento cansado, solo espero a que el resto del día sea tan tranquilo como ahora.
Satoru no tenía pensado empezar a entrenar tan temprano y no tenía otra cosa que hacer más que deambular por las calles de la aldea. Mientras caminaba y pensaba que debía de hacer se decidió por preguntarle a la próxima persona que vea. En el momento que llego a ver a una persona caminando, Satoru empezó a caminar hacia aquella persona, cada uno iba en dirección donde estaba el otro. Cuando estuvo suficientemente cerca se dio cuenta que era una chica con un perro a su lado, ella tenía el cabello blanco y los ojos de color rojo, eran una combinación que llamaban la atención del joven Aburame.
Satoru se plantó frente a ella y decidió preguntarle- Disculpa, pero ¿me podrías decir algún sitio donde pueda ir a desayunar a esta hora?-Mientras hablaba uno de los kikaichū salió por debajo de la bufanda azul de Satoru y se posó en su mejilla.
Unos segundos después Satoru se dio cuenta de que se encontraba hablando con una kunoichi ya que el flequillo de esta tapaba el símbolo de la banda que llevaba. Al joven Aburame le parecía verla visto antes en algún otro lado, pero como normalmente no le prestaba mucha atención a la gente a de su alrededor.