27/07/2016, 21:16
(Última modificación: 27/07/2016, 21:16 por Uchiha Akame.)
[sub]—Jo-der. ¡Pues menudo desperdicio! —exclamó Datsue—. El mejor Jounnin de toda Taki dedicándose a hacer de niñera en vez de ayudar a la Villa con misiones de importancia. ¡Debería ser delito! Y, claro, después yo me tengo que partir la espalda de sol a sol mientras vosotros estáis por ahí de viaje tomando cócteles y veraneando en playas paradisíacas… —el Uchiha suspiró—. Lo admito. Os lo montáis de puta madre. Quién me diera a mí un Sensei así.
—¡Que te den! —replicó Anzu, que ya se había esperado un chiste similar por parte de su compañero. Ella había hecho lo propio y ahora le tocaba a Datsue. «Creo que ya entiendo cómo funciona esa pequeña y redonda cabeza»—. El mejor jounin de toda Takigakure está dedicándose a entrenar a la futura mejor jounin de toda Takigakure. Hay muchos ninjas en esta Aldea que pueden hacer misiones de alto rango... Pero sólo uno es capaz de transmitir los valores que la Cascada tiene por bandera.
Anzu se colocó frente a su compañero, con gesto severo a modo de imitación, y recitó con firmeza tal y como lo hacía Hida.
—Compañerismo. Coraje. Astucia. Respeto. Sabiduría. —por cada una de aquellas palabras la chica levantaba un dedo, hasta que su mano abierta quedó completamente alineada con el rostro de Datsue. Entonces, sin previo aviso, le sacudió un sonoro bofetón—. ¡Te pillé!
La chica empezó a reír a carcajadas, divertida ante su propia broma y el sonoro golpetazo que había retumbado en el lugar al contacto de su mano con el pétreo rostro de Datsue. Era la misma mano de la que él se había burlado durante el festín, aquella que estaba completamente abrasada.
—Tomando cócteles y veraneando en playas paradisíacas... —musitó Anzu, con la mirada fija en su maltrecha mano—. ¡Ja! Ya quisieras, socio. He estado viajando por todo Oonindo con mi maestro... He visto cosas increíbles y he aprendido técnicas secretas de la antigua Kumogakure no Sato —señaló al pecho del Uchiha y agregó—. Como esa que te has comido de lleno... El Chidori.
»Y tú, ¿qué has estado entrenando? Tu Gian es bueno, lo admito, pero sólo con eso poco vas a hacer.
—¡Que te den! —replicó Anzu, que ya se había esperado un chiste similar por parte de su compañero. Ella había hecho lo propio y ahora le tocaba a Datsue. «Creo que ya entiendo cómo funciona esa pequeña y redonda cabeza»—. El mejor jounin de toda Takigakure está dedicándose a entrenar a la futura mejor jounin de toda Takigakure. Hay muchos ninjas en esta Aldea que pueden hacer misiones de alto rango... Pero sólo uno es capaz de transmitir los valores que la Cascada tiene por bandera.
Anzu se colocó frente a su compañero, con gesto severo a modo de imitación, y recitó con firmeza tal y como lo hacía Hida.
—Compañerismo. Coraje. Astucia. Respeto. Sabiduría. —por cada una de aquellas palabras la chica levantaba un dedo, hasta que su mano abierta quedó completamente alineada con el rostro de Datsue. Entonces, sin previo aviso, le sacudió un sonoro bofetón—. ¡Te pillé!
La chica empezó a reír a carcajadas, divertida ante su propia broma y el sonoro golpetazo que había retumbado en el lugar al contacto de su mano con el pétreo rostro de Datsue. Era la misma mano de la que él se había burlado durante el festín, aquella que estaba completamente abrasada.
—Tomando cócteles y veraneando en playas paradisíacas... —musitó Anzu, con la mirada fija en su maltrecha mano—. ¡Ja! Ya quisieras, socio. He estado viajando por todo Oonindo con mi maestro... He visto cosas increíbles y he aprendido técnicas secretas de la antigua Kumogakure no Sato —señaló al pecho del Uchiha y agregó—. Como esa que te has comido de lleno... El Chidori.
»Y tú, ¿qué has estado entrenando? Tu Gian es bueno, lo admito, pero sólo con eso poco vas a hacer.