30/07/2016, 17:17
— Pero... ¿puede ser que tengas algún plan o puede ser que le leamos la mente?
La peliazul lo fulminó con la mirada, una de tantas veces de las que ya lo había hecho aquel día, y antes de añadir algún comentario nuevo, el Uchiha contestó a su pregunta.
— Nada, lo de siempre, ya sabes, descubrí que mi elemento es el Doton y que soy bipolar. Pero en plan bien, no en plan loco, el Doton digo, no como los psicópatas que destruyen montañas y villas... Bueno, puede que sí como esos psicópatas. Pero de momento, no. Más adelante, sí...
—¡Oh! — Exclamó, entusiasmada por primera vez después de todo el día a la defensiva contra Nabi. —¡Tu elemento es el Doton, eso es genial! — Volvió a exclamar. —Aunque, no entiendo lo de la bipolaridad en plan bien... — Añadió retirándose lentamente, pensativa.
Sin embargo un cacareo los sacó de lo que quisiera que estuviese pensando Nabi y de su ensimismamiento sobre el nuevo elemento que había descubierto su ex-mejor amigo, y aquel sonido venía justamente desde su espalda. Se giró como alma lleva el Diablo para encontrarse cara a cara con otro ave de corral, igual al que permanecía entre sus brazos.
— ¡Una gallinaaaaaaaaaaaaaaaaa!
''Eso está más que claro, genio...''
Y el animal comenzó a caminar en dirección opuesta a la de ambos, claramente asustada tras el griterío que el Uchiha estaba creando por un simple ave. Eri suspiró cuando los ojos del rubio se posaron en ella una de las miles veces que dirigió aquellos pozos azabache sobre ella.
—¡Síguela! — Ordenó mientras comenzaba a caminar deprisa tras el animal que seguro que los guiaba hasta el corral del que había venido. O eso esperaba, al igual que Nabi entendiese que debían seguirla.
Quizás era esperar demasiado.
La peliazul lo fulminó con la mirada, una de tantas veces de las que ya lo había hecho aquel día, y antes de añadir algún comentario nuevo, el Uchiha contestó a su pregunta.
— Nada, lo de siempre, ya sabes, descubrí que mi elemento es el Doton y que soy bipolar. Pero en plan bien, no en plan loco, el Doton digo, no como los psicópatas que destruyen montañas y villas... Bueno, puede que sí como esos psicópatas. Pero de momento, no. Más adelante, sí...
—¡Oh! — Exclamó, entusiasmada por primera vez después de todo el día a la defensiva contra Nabi. —¡Tu elemento es el Doton, eso es genial! — Volvió a exclamar. —Aunque, no entiendo lo de la bipolaridad en plan bien... — Añadió retirándose lentamente, pensativa.
Sin embargo un cacareo los sacó de lo que quisiera que estuviese pensando Nabi y de su ensimismamiento sobre el nuevo elemento que había descubierto su ex-mejor amigo, y aquel sonido venía justamente desde su espalda. Se giró como alma lleva el Diablo para encontrarse cara a cara con otro ave de corral, igual al que permanecía entre sus brazos.
— ¡Una gallinaaaaaaaaaaaaaaaaa!
''Eso está más que claro, genio...''
Y el animal comenzó a caminar en dirección opuesta a la de ambos, claramente asustada tras el griterío que el Uchiha estaba creando por un simple ave. Eri suspiró cuando los ojos del rubio se posaron en ella una de las miles veces que dirigió aquellos pozos azabache sobre ella.
—¡Síguela! — Ordenó mientras comenzaba a caminar deprisa tras el animal que seguro que los guiaba hasta el corral del que había venido. O eso esperaba, al igual que Nabi entendiese que debían seguirla.
Quizás era esperar demasiado.