30/07/2016, 18:04
— Sí, ama.
Eri sonrió, por primera vez en el día Nabi le hacía caso en algo. Pero su sonrisa se fue disipando poco a poco tras ver lo siguiente: primero, que el Uchiha tenía de rápido lo que ella de alta, muy poco, vaya. Segundo, que la gallina al ver como el rubio la seguía, ésta comenzaba a dar vueltas en círculos para evitar ser atrapada por el gennin. Conclusión: Nabi era tonto y su plan era un completo desastre.
Pero antes de que pudiese idear algo nuevo o más completo que solo seguir a la gallina, Nabi terminó deteniéndose, y decirle algo que estaba mucho más que claro.
— Pues yo me replantearía esta estrategia.
— De eso me había dado cuenta ya, genio... — Susurró haciendo un puchero mientras sus cejas se clavaban sobre sus ojos, claramente ofendida. El ave se paró junto al Uchiha, como si se riese en su propia cara y eso la hizo enloquecer. Se mordió el labio, entre nerviosa y cabreada, mientras que su cerebro intentaba trabajar a toda prisa.
Pero éste terminó chamuscándose antes de que alguna idea coherente y poco violenta se cruzase por el camino que llevaba a su mente.
— ¿Y tú, tienes alguna idea? — Preguntó a la desesperada.
Eri sonrió, por primera vez en el día Nabi le hacía caso en algo. Pero su sonrisa se fue disipando poco a poco tras ver lo siguiente: primero, que el Uchiha tenía de rápido lo que ella de alta, muy poco, vaya. Segundo, que la gallina al ver como el rubio la seguía, ésta comenzaba a dar vueltas en círculos para evitar ser atrapada por el gennin. Conclusión: Nabi era tonto y su plan era un completo desastre.
Pero antes de que pudiese idear algo nuevo o más completo que solo seguir a la gallina, Nabi terminó deteniéndose, y decirle algo que estaba mucho más que claro.
— Pues yo me replantearía esta estrategia.
— De eso me había dado cuenta ya, genio... — Susurró haciendo un puchero mientras sus cejas se clavaban sobre sus ojos, claramente ofendida. El ave se paró junto al Uchiha, como si se riese en su propia cara y eso la hizo enloquecer. Se mordió el labio, entre nerviosa y cabreada, mientras que su cerebro intentaba trabajar a toda prisa.
Pero éste terminó chamuscándose antes de que alguna idea coherente y poco violenta se cruzase por el camino que llevaba a su mente.
— ¿Y tú, tienes alguna idea? — Preguntó a la desesperada.