22/05/2015, 13:27
La opción de Zukamane me pareció correcta, pero temía que la poca materia gris del rapaz fuese un motivo más que suficiente para que reincidiera en su delito en otra ocasión. Y eso teniendo en cuenta que fue intimidado hasta los confines.
-Me parece bien, le daremos una alegría a la tendera. La pobre mujer debe estar destrozada.
Al escuchar la resolución el joven ladrón reaccionó de forma brusca, retorciéndose con la intención de escapar nuevamente. -!No pienso devolverlo, el dinero es mío!. La arrogancia y necedad de aquel muchacho le estaban conduciendo por un camino verdaderamente oscuro, que de seguir así, dificultaría aún más el ser indultado por su crimen.
-Si no pones de tu parte...no tendremos más remedio que tomar medidas idiota!
Menudo espécimen, había sido capturado y aún así luchaba por salirse con la suya estando delante de dos gennin. "Eso es alucinante" Pensé hastiado.
-Zuka!, ayúdame a agarrarlo fuerte que este se nos quiere escapar...
Y así lo hicimos, fuimos de regreso al mercado con el muchacho agarrado del pescuezo y con la bolsa con el dinero a buen recaudo. Como era normal la gente nos miraba descaradamente, pues el bribón no paraba de llamar la atención. Estaba haciendo un esfuerzo por hacerse famoso sin duda.
Finalmente llegamos hasta el puesto de la tendera, sentada detrás de sus mercancías mientras era consolada por sus compañeros de profesión. Se trataba de una mujer cuarentona entrada en kilos, que al verla así rompía el corazón a cualquiera. Por lo menos la gente la estaba arropando, algo bonito sin duda.
-Señora, le traemos al bribón que le robó su dinero, está arrepentido y venía a devolver su dinero.
-... Parecía que el chico iba a decir algo mal sonante, pero se mordió los labios.
-Me parece bien, le daremos una alegría a la tendera. La pobre mujer debe estar destrozada.
Al escuchar la resolución el joven ladrón reaccionó de forma brusca, retorciéndose con la intención de escapar nuevamente. -!No pienso devolverlo, el dinero es mío!. La arrogancia y necedad de aquel muchacho le estaban conduciendo por un camino verdaderamente oscuro, que de seguir así, dificultaría aún más el ser indultado por su crimen.
-Si no pones de tu parte...no tendremos más remedio que tomar medidas idiota!
Menudo espécimen, había sido capturado y aún así luchaba por salirse con la suya estando delante de dos gennin. "Eso es alucinante" Pensé hastiado.
-Zuka!, ayúdame a agarrarlo fuerte que este se nos quiere escapar...
Y así lo hicimos, fuimos de regreso al mercado con el muchacho agarrado del pescuezo y con la bolsa con el dinero a buen recaudo. Como era normal la gente nos miraba descaradamente, pues el bribón no paraba de llamar la atención. Estaba haciendo un esfuerzo por hacerse famoso sin duda.
Finalmente llegamos hasta el puesto de la tendera, sentada detrás de sus mercancías mientras era consolada por sus compañeros de profesión. Se trataba de una mujer cuarentona entrada en kilos, que al verla así rompía el corazón a cualquiera. Por lo menos la gente la estaba arropando, algo bonito sin duda.
-Señora, le traemos al bribón que le robó su dinero, está arrepentido y venía a devolver su dinero.
-... Parecía que el chico iba a decir algo mal sonante, pero se mordió los labios.