2/08/2016, 21:08
Eri observó como Nabi no perdía el tiempo y tras unos segundos de diferencia, él se convirtió en lo mismo que ella, con la única diferencia de que el Uchiha parecía de verdad una gallina, por sus movimientos vaya, porque si hablamos de la pluma de oro que tenía en la zona trasera lo llevábamos claro...
La gallina consciente no perdió el tiempo y cuando se vio libre de ataduras comenzó a huir como alma que lleva el diablo. Ninguno de los dos shinobi del remolino perdió el tiempo - quizás Eri un poco, pero por ser primeriza en esto de ser una gallina - y la siguieron, pero poco tardaron en volver a parar, cuando una chiquilla que no rozaba la decena se acercó con las manos en jarra hasta la primera gallina.
— ¡Demonios! — Soltó por su pequeña boca — ¡Ya van cinco veces en este mes! ¿Es que no nos quieres? — La gallina comenzó a temblar a medida que los brazos de la pequeña se acercaban en torno a su blanquecino cuerpo. — ¡Anda, pero si traes amigos! ¡Y uno con sorpresa! — Apuntó, mirando ahora al trasero de Gallinabi.
Justo cuando la joven quiso acercarse al Uchiha transformado, una voz grave interrumpió la acción.
— ¡Mi-chan! ¿Dónde estás?
— ¡Aquí papá! — Chilló la muchacha, y unos segundos más tarde, el padre ya estaba junto a ella. Ambos tenían el pelo anormalmente morado, ¡morado! ''Bueno, yo lo tengo azul, pero es raro...'' y sus ojos de un tono miel; la menor no le llegaba ni a la rodilla a su padre. — Estaba buscando a Gallina, y, ¡mira! Hay tres Gallinas más, ¡y una con premio! — Alegó de forma exagerada, señalando con la barbilla a Gallinabi.
— Pues nada, al gallinero. — Sentenció él acercándose a la gallina inconsciente para dejarla sobre su sombrero de paja, que esa era otra, estaba abollado y picoteado por todas partes, luego se acercó a Galleri, pero ésta, asustada por ser descubierta y no saber cómo actuar, empezó a aletear y a correr en círculos. El hombre se echó a reír. — Vaya, vaya, nos ha salido agresiva el ave este.
''¡Esta! ¡Soy una gallina hembra! ¡Si no sería un maldito gallo, UN GALLO!'' Aleteó con más fuerza la peliazul transformada.
La gallina consciente no perdió el tiempo y cuando se vio libre de ataduras comenzó a huir como alma que lleva el diablo. Ninguno de los dos shinobi del remolino perdió el tiempo - quizás Eri un poco, pero por ser primeriza en esto de ser una gallina - y la siguieron, pero poco tardaron en volver a parar, cuando una chiquilla que no rozaba la decena se acercó con las manos en jarra hasta la primera gallina.
— ¡Demonios! — Soltó por su pequeña boca — ¡Ya van cinco veces en este mes! ¿Es que no nos quieres? — La gallina comenzó a temblar a medida que los brazos de la pequeña se acercaban en torno a su blanquecino cuerpo. — ¡Anda, pero si traes amigos! ¡Y uno con sorpresa! — Apuntó, mirando ahora al trasero de Gallinabi.
Justo cuando la joven quiso acercarse al Uchiha transformado, una voz grave interrumpió la acción.
— ¡Mi-chan! ¿Dónde estás?
— ¡Aquí papá! — Chilló la muchacha, y unos segundos más tarde, el padre ya estaba junto a ella. Ambos tenían el pelo anormalmente morado, ¡morado! ''Bueno, yo lo tengo azul, pero es raro...'' y sus ojos de un tono miel; la menor no le llegaba ni a la rodilla a su padre. — Estaba buscando a Gallina, y, ¡mira! Hay tres Gallinas más, ¡y una con premio! — Alegó de forma exagerada, señalando con la barbilla a Gallinabi.
— Pues nada, al gallinero. — Sentenció él acercándose a la gallina inconsciente para dejarla sobre su sombrero de paja, que esa era otra, estaba abollado y picoteado por todas partes, luego se acercó a Galleri, pero ésta, asustada por ser descubierta y no saber cómo actuar, empezó a aletear y a correr en círculos. El hombre se echó a reír. — Vaya, vaya, nos ha salido agresiva el ave este.
''¡Esta! ¡Soy una gallina hembra! ¡Si no sería un maldito gallo, UN GALLO!'' Aleteó con más fuerza la peliazul transformada.