5/08/2016, 16:45
(Última modificación: 5/08/2016, 16:46 por Uzumaki Eri.)
— Lo siento, no peleo con nada que sea vegetal. Y las algas, os guste o no, sois vegetales. Vegetales marinos y no tan buenos como las patatas pero vegetales al fin y al cabo. Así que volved a vuestro hábitat natural. Bish, bish.
La mujer frunció el ceño con rabia ante tal contestación por parte del chaval que estaba haciéndoles señales para que volviesen al mar, de forma ruda. Eri, por su parte, comenzó a morderse el labio, nerviosa. Ella no quería pelearse, solo quería relajarse por un día, un día en el que hacía un calor tremendo.
— Nabi, yo también soy ninja, soy Akimichi Kaiten. Puede que algo inferior a vosotros, pero ninja al fin y al cabo.
''Bueno, de perdidos al río...''
— Yo no sé vosotros, pero no aguanto esta prepotencia, y menos en mi villa. ¿Qué pensáis?
—Supongo que... Bueno, tienes razón. — concedió, suspirando de forma breve cuando el Akimichi se dispuso a comerse la mitad de una nevera de playa que se encontraba cercano a él. —Luego no os vengáis quejando.
—Vaya con la cría, si su boca mide más de lo que mide ella. — Provocó la desconocida, y eso fue la gota que colmó el vaso para la kunoichi del remolino que pertenecía al bando de los conocidos, haciendo que su vena de la frente se hinchara de rabia y odio hacia aquella fulana, porque eso era, una fulana proveniente del fondo del mar. —Somos el Escuadrón Noame, preparáos.
—¡Pff... Ja, ja, ja! — Comenzó a carcajearse, sujetándose el estómago para acentuar la carcajada. —Bueno, Nabi, Kaiten, — Llamó, mirándoles a los dos de reojo. —Esta vez no voy a ser yo la que acabe en el hospital. — ''Ni como acompañante ni como herida.'' Añadió en su interior, y, de pronto, se acercó a Kaiten y tomó el primer trozo de comida que se iba a llevar a la boca para, acto seguido, lanzarla contra la mujer marina.
Pero falló.
—¡Vaya, y yo que pensaba que te ibas a poner seria! Vosotros, a por ellos, yo me encargo de la pitufa... — Ordenó, y justamente después los tres restantes del Escuadrón Noame se dirigieron hacia Nabi y Kaiten, dos contra Nabi y uno, el más alto, contra Kaiten.
Los dos que fueron contra Nabi, un chico rechoncho y otro más escuálido que un palo, se alinearon para que el primero de ambos se lanzase a la pelea cuerpo a cuerpo para que así, el otro, tuviese más tiempo para poder lanzar un chorro de agua nacido de su boca. Por otra parte, el alto que iba a por Kaiten se guardó las manos en los bolsillos, mirándole de arriba abajo.
—¿Por qué a ellos siempre le toca lo mejor? A mí siempre con la escoria: los niños, los gordos... — Resaltó la última palabra con odio mientras clavaba sus orbes marrones en él, queriendo ver la reacción que sus palabras provocaban en el Akimichi.
La mujer frunció el ceño con rabia ante tal contestación por parte del chaval que estaba haciéndoles señales para que volviesen al mar, de forma ruda. Eri, por su parte, comenzó a morderse el labio, nerviosa. Ella no quería pelearse, solo quería relajarse por un día, un día en el que hacía un calor tremendo.
— Nabi, yo también soy ninja, soy Akimichi Kaiten. Puede que algo inferior a vosotros, pero ninja al fin y al cabo.
''Bueno, de perdidos al río...''
— Yo no sé vosotros, pero no aguanto esta prepotencia, y menos en mi villa. ¿Qué pensáis?
—Supongo que... Bueno, tienes razón. — concedió, suspirando de forma breve cuando el Akimichi se dispuso a comerse la mitad de una nevera de playa que se encontraba cercano a él. —Luego no os vengáis quejando.
—Vaya con la cría, si su boca mide más de lo que mide ella. — Provocó la desconocida, y eso fue la gota que colmó el vaso para la kunoichi del remolino que pertenecía al bando de los conocidos, haciendo que su vena de la frente se hinchara de rabia y odio hacia aquella fulana, porque eso era, una fulana proveniente del fondo del mar. —Somos el Escuadrón Noame, preparáos.
—¡Pff... Ja, ja, ja! — Comenzó a carcajearse, sujetándose el estómago para acentuar la carcajada. —Bueno, Nabi, Kaiten, — Llamó, mirándoles a los dos de reojo. —Esta vez no voy a ser yo la que acabe en el hospital. — ''Ni como acompañante ni como herida.'' Añadió en su interior, y, de pronto, se acercó a Kaiten y tomó el primer trozo de comida que se iba a llevar a la boca para, acto seguido, lanzarla contra la mujer marina.
Pero falló.
—¡Vaya, y yo que pensaba que te ibas a poner seria! Vosotros, a por ellos, yo me encargo de la pitufa... — Ordenó, y justamente después los tres restantes del Escuadrón Noame se dirigieron hacia Nabi y Kaiten, dos contra Nabi y uno, el más alto, contra Kaiten.
Los dos que fueron contra Nabi, un chico rechoncho y otro más escuálido que un palo, se alinearon para que el primero de ambos se lanzase a la pelea cuerpo a cuerpo para que así, el otro, tuviese más tiempo para poder lanzar un chorro de agua nacido de su boca. Por otra parte, el alto que iba a por Kaiten se guardó las manos en los bolsillos, mirándole de arriba abajo.
—¿Por qué a ellos siempre le toca lo mejor? A mí siempre con la escoria: los niños, los gordos... — Resaltó la última palabra con odio mientras clavaba sus orbes marrones en él, queriendo ver la reacción que sus palabras provocaban en el Akimichi.
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