22/05/2015, 15:09
Tras haberle pedido el salero extra que tenía el rubio de la mesa de al lado, aquel chico que parecía ser mayor que él se disculpó sin mirar al joven genin y tras esa disculpa llego el salero pero Hidetaka pudo notar el rápido cambio en la cara de aquel chico al darse vuelta. *¿Sera que me reconoce?* Hidetaka siempre tenía presente que siempre era menospreciado por gran parte de la aldea y eventualmente conocía esa expresión que sostenía el rubio.
El joven genin se quedó mirándolo fijamente esperando a que este soltara lo que tenía por decir y no fue mucho lo que tuvo que esperar ya que el rubio empezó a hablar preguntando que para el hijo de un traidor debería ser difícil encontrar un buen legar donde no lo estigmaticen o lo odien por lo hecho por su padre. Normalmente Hidetaka solo ignoraría a las personas pero este no fue el caso por alguna razón deicidio contestarle.
—“Normalmente sí, pero mi abuelo es un buen amigo del dueño de este local por lo que no suelo tener problemas por venir aquí pero siempre hay imbéciles que suelen recordarme que soy el hijo de un traidor”— Diría Hidetaka sin exaltarse demasiado y dándose vuelta hacia su comida.
—“Pero te diré algo, yo no soy como mi padre”— Diría mirando nuevamente a los ojos de aquel chico rubio.
Pero aun diciendo eso el joven genin quedo pensando en que aquel chico estaba totalmente en lo cierto, no suele ser bienvenido en muchos lugares exceptuando en aquellos a los cuales su abuelo suele ir o tiene algún amigo.
El joven genin se quedó mirándolo fijamente esperando a que este soltara lo que tenía por decir y no fue mucho lo que tuvo que esperar ya que el rubio empezó a hablar preguntando que para el hijo de un traidor debería ser difícil encontrar un buen legar donde no lo estigmaticen o lo odien por lo hecho por su padre. Normalmente Hidetaka solo ignoraría a las personas pero este no fue el caso por alguna razón deicidio contestarle.
—“Normalmente sí, pero mi abuelo es un buen amigo del dueño de este local por lo que no suelo tener problemas por venir aquí pero siempre hay imbéciles que suelen recordarme que soy el hijo de un traidor”— Diría Hidetaka sin exaltarse demasiado y dándose vuelta hacia su comida.
—“Pero te diré algo, yo no soy como mi padre”— Diría mirando nuevamente a los ojos de aquel chico rubio.
Pero aun diciendo eso el joven genin quedo pensando en que aquel chico estaba totalmente en lo cierto, no suele ser bienvenido en muchos lugares exceptuando en aquellos a los cuales su abuelo suele ir o tiene algún amigo.