7/08/2016, 15:09
¿Qué dices? ¿Te parece?
Aquel muchacho seguía siendo amable con Kondor, y a pesar del fallo de hace un momento, el salvaje se permitió el lujo de devolverle la sonrisa y levantar la cabeza.
Tranquilo, amigo, no tienes nada de que disculparte. Al fin y al cabo, estamos aquí para entrenar ¿no es así? -dijo el peliazul, caminando hacia Kondor. Mientras observaba aquella mirada amable, por el rabillo del ojo pudo percibir que el clon de Dante también se dispaba.- Jaja, parece que yo también necesito entrenar un poco más ¿no crees?
Oirle reír terminó de tranquilizar al huérfano. Observó a Dante, que le apremiaba a comenzar a calentar. El joven peliazul se adentraba en aquel enorme lago salado que llamaban mar, y parecía estar incitando a que Kondor le siguiera para familiarizarse con una ligera marcha sobre el agua.
Con decisión y sonriendo de nuevo, Kondor se concentró y dio unos pasos. Desde fuera parecía alguien caminando sobre hielo y que temiera que la fina capa se abriera bajo sus pies. Se concentró y se relajó. Sus pies descalzos se impregnaban de agua y salitre, una sensación placentera que le ayudaría con el entrenamiento. Poco a poco, Kondor fue afianzando más y más los pasos hasta que se permitió iniciar un pequeño trote.
Las salpicaduras eran bastante aparatosas, sin embargo, una posible señal de que estaba excediéndose en la cantidad de chakra que expulsaba para impulsarse sobre las olas. Ya puliría esos detalles luego.
- ¡Lisssto! exclamó el muchacho, visiblemente entusiasmado por el próximo entrenamiento.
Vida–
Chakra–
Inventario:
Aquel muchacho seguía siendo amable con Kondor, y a pesar del fallo de hace un momento, el salvaje se permitió el lujo de devolverle la sonrisa y levantar la cabeza.
Tranquilo, amigo, no tienes nada de que disculparte. Al fin y al cabo, estamos aquí para entrenar ¿no es así? -dijo el peliazul, caminando hacia Kondor. Mientras observaba aquella mirada amable, por el rabillo del ojo pudo percibir que el clon de Dante también se dispaba.- Jaja, parece que yo también necesito entrenar un poco más ¿no crees?
Oirle reír terminó de tranquilizar al huérfano. Observó a Dante, que le apremiaba a comenzar a calentar. El joven peliazul se adentraba en aquel enorme lago salado que llamaban mar, y parecía estar incitando a que Kondor le siguiera para familiarizarse con una ligera marcha sobre el agua.
Con decisión y sonriendo de nuevo, Kondor se concentró y dio unos pasos. Desde fuera parecía alguien caminando sobre hielo y que temiera que la fina capa se abriera bajo sus pies. Se concentró y se relajó. Sus pies descalzos se impregnaban de agua y salitre, una sensación placentera que le ayudaría con el entrenamiento. Poco a poco, Kondor fue afianzando más y más los pasos hasta que se permitió iniciar un pequeño trote.
Las salpicaduras eran bastante aparatosas, sin embargo, una posible señal de que estaba excediéndose en la cantidad de chakra que expulsaba para impulsarse sobre las olas. Ya puliría esos detalles luego.
- ¡Lisssto! exclamó el muchacho, visiblemente entusiasmado por el próximo entrenamiento.
Vida
120/120
0
–Chakra
90/90
+3
–Inventario:
- Hitai-ate (Cuello)
- Portaobjetos Básico (x1) [2/10]
- Kunai (x2) (en el portaobjetos)