12/08/2016, 16:12
(Última modificación: 13/08/2016, 16:00 por Inuzuka Nabi.)
Eri abrió los ojos como platos cuando, sin esperarse una reacción tan rápida por parte de su oponente, recibió la técnica estrella del elemento agua en la cara, despejándola de todo tipo de sueño, calor y pensamientos fuera del combate de una vez, además de apartarla varios metros del lugar donde estaba clavada, cayendo al suelo sobre su trasero.
—Jódete. — Escupió la líder poniéndose de pie.
La joven kunoichi frunció el ceño y se levantó de un salto, corriendo hacia su oponente; ésta, por su parte, corrió también hacia la de cabellos azules para estamparle su puño derecho en la boca, cosa que la huérfana también había pensado, pero un poco diferente.
Un metro las separaba, la mano de Eri estaba llena de chakra rosado, la de la líder, encerrada en un puño. Hasta que...
El barrido del primer oponente del Uchiha no llegó a hacer lo que éste esperaba, por el contrario, el rubio saltó para esquivarla con un rodillazo en la nuca, pisándole la mano un segundo después. Inmovilizado su oponente, buscó en el portaobjetos del chico regordito para encontrarse en él un par de shuriken.
No sin antes añadir:
— Debisteis huir cuando tuvisteis oportunidad.
—¡Eso no es justo! El mérito no es tuyo, son tus ojos los que hacen todo el trabajo. — Espetó desde el suelo, por otra parte, el chico delgado que se encontraba en aquellos momentos rodeando el muro de piedra que había creado el de ojos carmesí, y a unos pocos metros, chilló.
—¡Katon: Gōkakyū no Jutsu!
De su boca emanó una gran bola de fuego que iba directamente al Uchiha, mientras que la mano del otro chico buscó la pierna del rubio para inmovilizarle y que así recibiese la técnica de su compañero.
El Akimichi hizo un amago que no pasó desapercibido por su rival, y en vez de intentar esquivarlo moviéndose a algún lado, saltó varias veces, esquivando tanto el amago de puñetazo además de la patada que el de gafas intentaba dar.
—¿Es eso todo lo que sabes hacer? Pensaba que... Bueno, no me puedo esperar más... — Exclamó, apoyando ambas manos en sus caderas y vistiendo en su cara una sonrisa socarrona.
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—Jódete. — Escupió la líder poniéndose de pie.
La joven kunoichi frunció el ceño y se levantó de un salto, corriendo hacia su oponente; ésta, por su parte, corrió también hacia la de cabellos azules para estamparle su puño derecho en la boca, cosa que la huérfana también había pensado, pero un poco diferente.
Un metro las separaba, la mano de Eri estaba llena de chakra rosado, la de la líder, encerrada en un puño. Hasta que...
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El barrido del primer oponente del Uchiha no llegó a hacer lo que éste esperaba, por el contrario, el rubio saltó para esquivarla con un rodillazo en la nuca, pisándole la mano un segundo después. Inmovilizado su oponente, buscó en el portaobjetos del chico regordito para encontrarse en él un par de shuriken.
No sin antes añadir:
— Debisteis huir cuando tuvisteis oportunidad.
—¡Eso no es justo! El mérito no es tuyo, son tus ojos los que hacen todo el trabajo. — Espetó desde el suelo, por otra parte, el chico delgado que se encontraba en aquellos momentos rodeando el muro de piedra que había creado el de ojos carmesí, y a unos pocos metros, chilló.
—¡Katon: Gōkakyū no Jutsu!
De su boca emanó una gran bola de fuego que iba directamente al Uchiha, mientras que la mano del otro chico buscó la pierna del rubio para inmovilizarle y que así recibiese la técnica de su compañero.
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El Akimichi hizo un amago que no pasó desapercibido por su rival, y en vez de intentar esquivarlo moviéndose a algún lado, saltó varias veces, esquivando tanto el amago de puñetazo además de la patada que el de gafas intentaba dar.
—¿Es eso todo lo que sabes hacer? Pensaba que... Bueno, no me puedo esperar más... — Exclamó, apoyando ambas manos en sus caderas y vistiendo en su cara una sonrisa socarrona.
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Estado de Mizumi Eri
180/200
20
–115/150
24
–