14/08/2016, 15:48
Al inicio el chico parecía no haberle escuchado pues ni siquiera se dió la vuelta cuando le llamó, el Takanashi simplemente pensó que no le había hablado con la suficiente fuerza. Sin embargo lo más extraño vino a continuación, cuando el adolescente finalmente se giró para contestarle simplemente hizo algo extraño con las manos, algo que le hizo sentir una sensación de déjà vu al de ojos dispares.
"Oh, es mudo"
En efecto, las señas que hizo se le hicieron familiares pues no era la primera vez que trataba con alguien sin la capacidad de hablar, ya antes había tenido que tratar con aquel moreno que conoció en su misión en Kuroshiro. Pero eso no quería decir que supiera interpretar lo que le había querido decir, la última vez para lograr entenderse tuvieron que recurrir a papel y lápiz. Al menos esta vez pudo darse cuenta desde el inicio.
La situación se le hizo incómoda, bueno, más de lo normal. Ahora que se fijaba bien el chico llevaba en el cuello una bandana de Amegakure, hacía ya tiempo que no se topaba con un shinobi de esa aldea, pero eso no cambiaba para nada la situación.
—No he entendido, lo lamento— Se le escuchó decir con tono apenado.
Ahora estaba en un aprieto, estaba perdido bajo la lluvia y la única persona que podría haberle ayudado no podía decirle nada, sí que tenía muy mala suerte ese día. Los efectos de la humedad seguían haciendo mella en él, el frió le calaba por debajo de la ropa y no había esperanza alguna de que dejara de llover.
—¡Chh! ¡Chh!— Se cubrió la boca y volteó la cara al estornudar.
"Oh, es mudo"
En efecto, las señas que hizo se le hicieron familiares pues no era la primera vez que trataba con alguien sin la capacidad de hablar, ya antes había tenido que tratar con aquel moreno que conoció en su misión en Kuroshiro. Pero eso no quería decir que supiera interpretar lo que le había querido decir, la última vez para lograr entenderse tuvieron que recurrir a papel y lápiz. Al menos esta vez pudo darse cuenta desde el inicio.
La situación se le hizo incómoda, bueno, más de lo normal. Ahora que se fijaba bien el chico llevaba en el cuello una bandana de Amegakure, hacía ya tiempo que no se topaba con un shinobi de esa aldea, pero eso no cambiaba para nada la situación.
—No he entendido, lo lamento— Se le escuchó decir con tono apenado.
Ahora estaba en un aprieto, estaba perdido bajo la lluvia y la única persona que podría haberle ayudado no podía decirle nada, sí que tenía muy mala suerte ese día. Los efectos de la humedad seguían haciendo mella en él, el frió le calaba por debajo de la ropa y no había esperanza alguna de que dejara de llover.
—¡Chh! ¡Chh!— Se cubrió la boca y volteó la cara al estornudar.