22/08/2016, 12:31
Su sensei apareció justo a su lado de improviso. Kondor no había notado nada, aquello le sorprendió y en parte le asustó. No era presumido pero podía jactarse de que poca gente le pillara por sorpresa, gracias, en gran medida, a su olfato. Que hubiera personas como aquella le hacía pensar que tendría que entrenar su percepción.
Con un par de palmadas le felicitó por su trabajo y garabateó algo en su libreta. El salvaje se quedó mirando a su sensei mientras ella observaba a su nuevo compañero Haze. Un sentimiento de respeto y admiración afloró en su interior- Es muy hábil, ojalá pueda aprender todo lo posible de ella para mejorar -pensó. Empezaba a verla con otros ojos.
La actuación del Hyuga fue espectacular. Tras un pequeño sprint se puso a realizar unos sellos para acabar golpeando al pelele que le tocaba con unas potentes palmadas cargadas de rayos. Aquel chico podía invocar a los relampagos de las tormentas y conservarlos en sus manos sin, aparentemente, hacerse ningun daño. Kondor admiró a su vez a su compañero mas decidido.
Le tocaba el turno a Kaiten. Mientras el chico gordito se preparaba, Haze acudió al lado de Kaguya y le confesó su curiosidad por la técnica que utilizaría el Akimichi.
A Kondor se le daban fatal las conversaciones y no supo que responder ante eso. Asi que se limitó a sonreir sin despegar los labios y se cruzó de brazos instintivamente. Mientras, su compañero realizaba sellos preparando alguna técnica para demostrar sus habilidades con el pelele. Haze seguramente estuviera pendiente de aquel momento, y Kondor tampoco quería perdérselo, por si podía aprender algo.
¡Madre Luna! -exclamó Kondor para sus adentros.
El salvaje jamás se habría imaginado que su compañero hincharía su brazo de aquella manera. La imagen era un poco dantesca, ya que el otro brazo seguía con su tamaño normal, pero el derecho estaba creciendo de forma desmedida hasta alcanzar varias veces su tamaño normal. Cuando llegó al pelele descargó un gancho invertido para clavar al maniquí de pruebas al suelo. El crujido de la madera fue considerable y Kondor juraría que el pelele se había hundido un poco en la tierra.
Sin reparar mucho en los demás, se acercó corriendo para observar más de cerca el resultado de los ataques. Comparó su muñeco con el de los demás y se desanimó un poco. Apenas había marcas donde había dado su puñetazo, sin embargo el de Haze presentaba pequeñas vetas de quemaduras donde la electricidad había intentado traspasar la madera sin exito. Y el de Kaiten habría sufrido graves daños de haber estado vivo. Ese descomunal brazo no era algo que tomarse a la ligera.
Vida–
Chakra–
Inventario:
Con un par de palmadas le felicitó por su trabajo y garabateó algo en su libreta. El salvaje se quedó mirando a su sensei mientras ella observaba a su nuevo compañero Haze. Un sentimiento de respeto y admiración afloró en su interior- Es muy hábil, ojalá pueda aprender todo lo posible de ella para mejorar -pensó. Empezaba a verla con otros ojos.
La actuación del Hyuga fue espectacular. Tras un pequeño sprint se puso a realizar unos sellos para acabar golpeando al pelele que le tocaba con unas potentes palmadas cargadas de rayos. Aquel chico podía invocar a los relampagos de las tormentas y conservarlos en sus manos sin, aparentemente, hacerse ningun daño. Kondor admiró a su vez a su compañero mas decidido.
Le tocaba el turno a Kaiten. Mientras el chico gordito se preparaba, Haze acudió al lado de Kaguya y le confesó su curiosidad por la técnica que utilizaría el Akimichi.
A Kondor se le daban fatal las conversaciones y no supo que responder ante eso. Asi que se limitó a sonreir sin despegar los labios y se cruzó de brazos instintivamente. Mientras, su compañero realizaba sellos preparando alguna técnica para demostrar sus habilidades con el pelele. Haze seguramente estuviera pendiente de aquel momento, y Kondor tampoco quería perdérselo, por si podía aprender algo.
¡Madre Luna! -exclamó Kondor para sus adentros.
El salvaje jamás se habría imaginado que su compañero hincharía su brazo de aquella manera. La imagen era un poco dantesca, ya que el otro brazo seguía con su tamaño normal, pero el derecho estaba creciendo de forma desmedida hasta alcanzar varias veces su tamaño normal. Cuando llegó al pelele descargó un gancho invertido para clavar al maniquí de pruebas al suelo. El crujido de la madera fue considerable y Kondor juraría que el pelele se había hundido un poco en la tierra.
Sin reparar mucho en los demás, se acercó corriendo para observar más de cerca el resultado de los ataques. Comparó su muñeco con el de los demás y se desanimó un poco. Apenas había marcas donde había dado su puñetazo, sin embargo el de Haze presentaba pequeñas vetas de quemaduras donde la electricidad había intentado traspasar la madera sin exito. Y el de Kaiten habría sufrido graves daños de haber estado vivo. Ese descomunal brazo no era algo que tomarse a la ligera.
Vida
120/120
0
–Chakra
90/90
0
–Inventario:
- Hitai-ate (Cuello)
- Portaobjetos Básico (2/10)
- -2 kunais (en el portaobjetos)