1/09/2016, 13:15
El peliazul se rió. A pesar de no ser muy ducho en las relaciones sociales, aquella risa parecía sincera y Dante no le había dado motivos aún para pensar que pudiera burlarse de su poca habilidad con el ninjutsu. De hecho, su nuevo compañero le animó a seguir entrenando su técnica, y para romper el hielo, y tras una serie de sellos, Dante expulsó un lastimero chorro de agua por la boca.
Kondor se sintió un pelín defraudado. Desde que había visto a Dante, se había hecho a la idea de que era muy poderoso con aquellas técnicas mágicas, debido a su escaso poderío físico. Pero con aquella demostración sintió que Dante tampoco parecía mucho mas fuerte que él. A pesar de ello, Kondor sonrió con complicidad, ya que la fuerza de su Fuuton no había sido tampoco gran cosa.
Sin embargo, Kondor vió como Dante tenía la respiración levemente agitada. Seguramente no era la primera vez en todo el día que realizaba una técnica, y el salvaje mejor que nadie sabía la de energía que podía extraer aquello de tu cuerpo.
Mientras pensaba ensimismado en estas cosas, Dante le sorprendió con el mismo jutsu, pero esta vez el resultado era bastante distinto. El chorro había ganado en fuerza y longitud. Kondor sonrió, se ajustó la cinta de la cabeza, su bandana del cuello y arqueó la espalda para estirarse y empezar de nuevo:
- ¡Ffffuuutonnn! ¡Dddaitoppppa! -consiguió exclamar, envalentonado por el grito que había realizado su compañero momentos antes. Quizá fuera fruto de la sugestión o de la casualidad, pero parecía que la técnica de Kondor cobraba fuerza. Mientras el pelo y su chaleco dejaban de revolotear, el huérfano se dedico a observar a su compañero de entrenamiento para ver si podía inspirarle de nuevo y mejorar su técnica.
Pasados unos pocos minutos, Kondor lo volvió a intentar, y a pesar de casi perder la concentración del flujo de chakra de sus pies (cosa que ocurrió levemente, ya que sus pies se sumergieron hasta los tobillos) volvió a desencadenar de nuevo la técnica, con un poco más de fuerza que antes.
Un mareo muy leve, pero definitivamente presente, se estaba adueñando de Kondor. No estaba acostumbrado a gastar tanto chakra. Prefería los entrenamientos físicos, pero quería aprovechar aquella noche todo lo posible. De repente tuvo una idea, se giró hacia Dante y le dijo:
- ¿Probarrrrr téknikassss? -y realizó un gesto con sus dos palmas chocando violentamente la una contra la otra mientras entrelazaba los dedos. Como si fuera un niño pequeño que simulaba un choque de dos corrientes.
Vida–
Chakra–
Inventario:
Kondor se sintió un pelín defraudado. Desde que había visto a Dante, se había hecho a la idea de que era muy poderoso con aquellas técnicas mágicas, debido a su escaso poderío físico. Pero con aquella demostración sintió que Dante tampoco parecía mucho mas fuerte que él. A pesar de ello, Kondor sonrió con complicidad, ya que la fuerza de su Fuuton no había sido tampoco gran cosa.
Sin embargo, Kondor vió como Dante tenía la respiración levemente agitada. Seguramente no era la primera vez en todo el día que realizaba una técnica, y el salvaje mejor que nadie sabía la de energía que podía extraer aquello de tu cuerpo.
Mientras pensaba ensimismado en estas cosas, Dante le sorprendió con el mismo jutsu, pero esta vez el resultado era bastante distinto. El chorro había ganado en fuerza y longitud. Kondor sonrió, se ajustó la cinta de la cabeza, su bandana del cuello y arqueó la espalda para estirarse y empezar de nuevo:
- ¡Ffffuuutonnn! ¡Dddaitoppppa! -consiguió exclamar, envalentonado por el grito que había realizado su compañero momentos antes. Quizá fuera fruto de la sugestión o de la casualidad, pero parecía que la técnica de Kondor cobraba fuerza. Mientras el pelo y su chaleco dejaban de revolotear, el huérfano se dedico a observar a su compañero de entrenamiento para ver si podía inspirarle de nuevo y mejorar su técnica.
Pasados unos pocos minutos, Kondor lo volvió a intentar, y a pesar de casi perder la concentración del flujo de chakra de sus pies (cosa que ocurrió levemente, ya que sus pies se sumergieron hasta los tobillos) volvió a desencadenar de nuevo la técnica, con un poco más de fuerza que antes.
Un mareo muy leve, pero definitivamente presente, se estaba adueñando de Kondor. No estaba acostumbrado a gastar tanto chakra. Prefería los entrenamientos físicos, pero quería aprovechar aquella noche todo lo posible. De repente tuvo una idea, se giró hacia Dante y le dijo:
- ¿Probarrrrr téknikassss? -y realizó un gesto con sus dos palmas chocando violentamente la una contra la otra mientras entrelazaba los dedos. Como si fuera un niño pequeño que simulaba un choque de dos corrientes.
Vida
120/120
0
–Chakra
34/70
-24
–Inventario:
- Hitai-ate (Cuello)
- Portaobjetos Básico (x1) [2/10]
- Kunai (x2) (en el portaobjetos)