1/09/2016, 18:45
—Satoru, cuida a Kaede, yo tengo negocios que hacer aquí en Kuroshiro. Más te vale que la vigiles, no la pierdas de vista y que no se meta en ningún problema, hagan lo que quieran para matar el tiempo.—
—Y así será padre, no te preocupes yo la cuidare… escuchaste a padre Kaede no te alejes dema….—
Para cuando Satoru quiso darse cuenta, su pequeña hermanita ya no estaba. Kaede siempre fue la contraparte del joven genin, ella siempre fue alegre y bastante más social que cualquiera de la familia, además siempre fue la niña consentida de padre.
Lo único que tenían en común Satoru y Kaede era la facilidad de meterse en problemas. La pequeña chiquilla de 8 años tiende a ser bastante aventurera al punto que suele tener un gran gusto por viajar y conocer nuevos lugares o criaturas.
— ¡Kaede!, ¡Kaede!...—
¿Dónde demonios se metió?, padre me mata si le pasa algo… piensa ¿dónde se pudo haber metido?... seguramente haya ido a buscar pandas para verlos de cerca… soy un idiota cierto que padre antes de salir de la aldea me hizo colocarle un kikaichū hembra antes de salir de casa. Solo es cuestión de rastrearle.
De esta forma Satoru se puso en marcha, no sería difícil seguirle el rastro ya que el día es prácticamente perfecto. La chiquilla escurridiza seguía el camino por el cual llegaron a Kuroshiro, seguramente haya visto pandas por eso camino y fue a buscarlos. Los kikaichū macho podían seguir el rastro de la hembra que Satoru le coloco a su hermana, no parecía estar muy lejos de él pero aun no era capaz de verla, de hecho el joven genin ya se encontraba en el bosque de bambú.
Satoru siguió adentrándose en el bosque de bambú, pero arriesgarse a perderse en el bosque tenía sus frutos ya que pudo ver a su hermana parada y parecía estar mirando algo fijamente. El joven Aburame se acerca cuidadosamente por atrás de su hermana y pudo ver una familia de osos pandas, era un lugar de primera para verlos en su estado salvaje, pero el genin noto que su hermana no estaba viendo hacia los oso, sino que estaba mirando a una persona que parecía estar escribiendo en un pergamino.
Tomo a su hermana del brazo y ella grito por el susto que se dio, Satoru quería que volviera a la ciudad ya que sería más fácil cuidar de ella en un lugar seguro. Pero Kaede se resistía no quería volver.
—Suéltame, no quiero ir contigo— Gritaría su hermana.
—Y así será padre, no te preocupes yo la cuidare… escuchaste a padre Kaede no te alejes dema….—
Para cuando Satoru quiso darse cuenta, su pequeña hermanita ya no estaba. Kaede siempre fue la contraparte del joven genin, ella siempre fue alegre y bastante más social que cualquiera de la familia, además siempre fue la niña consentida de padre.
Lo único que tenían en común Satoru y Kaede era la facilidad de meterse en problemas. La pequeña chiquilla de 8 años tiende a ser bastante aventurera al punto que suele tener un gran gusto por viajar y conocer nuevos lugares o criaturas.
— ¡Kaede!, ¡Kaede!...—
¿Dónde demonios se metió?, padre me mata si le pasa algo… piensa ¿dónde se pudo haber metido?... seguramente haya ido a buscar pandas para verlos de cerca… soy un idiota cierto que padre antes de salir de la aldea me hizo colocarle un kikaichū hembra antes de salir de casa. Solo es cuestión de rastrearle.
De esta forma Satoru se puso en marcha, no sería difícil seguirle el rastro ya que el día es prácticamente perfecto. La chiquilla escurridiza seguía el camino por el cual llegaron a Kuroshiro, seguramente haya visto pandas por eso camino y fue a buscarlos. Los kikaichū macho podían seguir el rastro de la hembra que Satoru le coloco a su hermana, no parecía estar muy lejos de él pero aun no era capaz de verla, de hecho el joven genin ya se encontraba en el bosque de bambú.
Satoru siguió adentrándose en el bosque de bambú, pero arriesgarse a perderse en el bosque tenía sus frutos ya que pudo ver a su hermana parada y parecía estar mirando algo fijamente. El joven Aburame se acerca cuidadosamente por atrás de su hermana y pudo ver una familia de osos pandas, era un lugar de primera para verlos en su estado salvaje, pero el genin noto que su hermana no estaba viendo hacia los oso, sino que estaba mirando a una persona que parecía estar escribiendo en un pergamino.
Tomo a su hermana del brazo y ella grito por el susto que se dio, Satoru quería que volviera a la ciudad ya que sería más fácil cuidar de ella en un lugar seguro. Pero Kaede se resistía no quería volver.
—Suéltame, no quiero ir contigo— Gritaría su hermana.