2/09/2016, 05:24
Kaede la niña consentida de la familia podía armar alboroto en el medio del bosque y aun así causa problemas o malos entendidos con personas. Pero ahora un joven algo más alto que Satoru y que también era shinobi de la aldea por la Hitai-ate que llevaba en su cuello, el chico parecía un poco alarmado o molesto ya que los pandas habían huido.
—Lo siento si te molestamos pero es un problema familiar, no es nada en lo que debas entrometerte— El joven Aburame se sentía confiado que esto solucionaría el malentendido. Kaede se pudo librar de Satoru y corrió hacia atrás del extraño y ahí empezó su actuación.
—Es mentira yo no lo conozco y viene siguiéndome hace rato, por favor protégeme de ese extraño— Detrás de esa dulce niña de pelo negro totalmente lacio y largo, además con un kimono rosa con bordes floreados y lentes negros, la hacían parecer una adorable niña. Pero era todo lo contrario, ella era un pequeña diablilla a la cual le gusta molestar a los demás, armar alborotos y sobre todo salirse con la suya.
—Además lo vi robar esa bandana que lleva en el brazo izquierdo y creo que por eso me sigue—
Siempre tiene que encontrar la forma para meterme en algún lio, pero confió en que él también es un shinobi me va a creer.
—Solo es una artimaña para engañarte y meterme en problemas… yo soy su hermano… adoptivo pero al fin y al cabo soy su hermano.— En las últimas palabras hizo una pausa de pocos unos segundo para acomodar la bufanda que siempre utiliza.
Satoru no podía creer la habilidad de su pequeña hermana para armar ese tipo de escenas y se acercaría nuevamente a agarrar la mano de Kaede para llevarla de vuelta a Kushiro.
—Lo siento si te molestamos pero es un problema familiar, no es nada en lo que debas entrometerte— El joven Aburame se sentía confiado que esto solucionaría el malentendido. Kaede se pudo librar de Satoru y corrió hacia atrás del extraño y ahí empezó su actuación.
—Es mentira yo no lo conozco y viene siguiéndome hace rato, por favor protégeme de ese extraño— Detrás de esa dulce niña de pelo negro totalmente lacio y largo, además con un kimono rosa con bordes floreados y lentes negros, la hacían parecer una adorable niña. Pero era todo lo contrario, ella era un pequeña diablilla a la cual le gusta molestar a los demás, armar alborotos y sobre todo salirse con la suya.
—Además lo vi robar esa bandana que lleva en el brazo izquierdo y creo que por eso me sigue—
Siempre tiene que encontrar la forma para meterme en algún lio, pero confió en que él también es un shinobi me va a creer.
—Solo es una artimaña para engañarte y meterme en problemas… yo soy su hermano… adoptivo pero al fin y al cabo soy su hermano.— En las últimas palabras hizo una pausa de pocos unos segundo para acomodar la bufanda que siempre utiliza.
Satoru no podía creer la habilidad de su pequeña hermana para armar ese tipo de escenas y se acercaría nuevamente a agarrar la mano de Kaede para llevarla de vuelta a Kushiro.