5/09/2016, 00:00
La verdad es que pese a la aparición de aquel muchacho el día había sido de lo mas tranquilo, sin que nadie le molestase o le agobiase. Pero tenia que volver a la ciudad con la mayor brevedad posible. ¿La razón? por que aunque las posadas no cerrasen a lo largo de la noche necesitaba comprar papel y algo para escribir antes de que las tiendas cerrasen. ¿Por qué? por que era mudo y probablemente lo necesitaría para comunicarse con la gente, pero sobretodo para comunicarse con los dueños de las posadas.
Por eso mismo tuvo que marchase poco después de que el otro chico lo dejase en paz. No es que el sol fuera a esconderse pronto, por que se pasaba la vida escondido, pero Reiji no sabia la hora exacta que era, y tampoco quería dormir en mitad de la calle. Lo bueno es que, aunque el otro chico no lo sabia, el pueblo quedaba bastante cerca de la playa, por lo que no tardo nada en alcanzarlo y comprobar que las tiendas aun seguían abiertas.
Compro un par de pergaminos para escribir y una especie de pluma que tenia la tinta por dentro y que permitía escribir sin tener un tintero al lado. Había visto eso antes por el distrito comercial de amegakure, pero como por la manera en la que estaban fabricados tenían una duración limitada, nunca les había prestado atención. Pero ahora la verdad es que no le importaba, no iba a necesitarlos tanto tiempo.
Reiji iba de camino a la calle principal para empezar a buscar alguna posada donde descansar cuando sus ojos captaron algo a lo lejos que le llamo la atención: El chico que le había molestado en la playa por que supuestamente estaba perdido estaba paseando por las calles de la ciudad. No dudo ni un segundo, si el otro le había molestado para nada, solo por fastidiar, debía tener alguna razón y la averiguaría.
Caminaba mientras escribía algo en un trozo de pergamino de los que acababa de comprar y cuando estuvo lo suficientemente cerca, le planto el papel en la cara, para que pudiera leerlo.
—"Así que me has molestado para nada ¿verdad? ya sabias el camino y has venido a fastidiar mi tranquilidad... Es divertido reírse de un mudo ¿verdad? Es gracioso reirse viendo como intenta comunicarse contigo ¿verdad?" —Dictaba aquel trozo de papel.
Por eso mismo tuvo que marchase poco después de que el otro chico lo dejase en paz. No es que el sol fuera a esconderse pronto, por que se pasaba la vida escondido, pero Reiji no sabia la hora exacta que era, y tampoco quería dormir en mitad de la calle. Lo bueno es que, aunque el otro chico no lo sabia, el pueblo quedaba bastante cerca de la playa, por lo que no tardo nada en alcanzarlo y comprobar que las tiendas aun seguían abiertas.
Compro un par de pergaminos para escribir y una especie de pluma que tenia la tinta por dentro y que permitía escribir sin tener un tintero al lado. Había visto eso antes por el distrito comercial de amegakure, pero como por la manera en la que estaban fabricados tenían una duración limitada, nunca les había prestado atención. Pero ahora la verdad es que no le importaba, no iba a necesitarlos tanto tiempo.
Reiji iba de camino a la calle principal para empezar a buscar alguna posada donde descansar cuando sus ojos captaron algo a lo lejos que le llamo la atención: El chico que le había molestado en la playa por que supuestamente estaba perdido estaba paseando por las calles de la ciudad. No dudo ni un segundo, si el otro le había molestado para nada, solo por fastidiar, debía tener alguna razón y la averiguaría.
Caminaba mientras escribía algo en un trozo de pergamino de los que acababa de comprar y cuando estuvo lo suficientemente cerca, le planto el papel en la cara, para que pudiera leerlo.
—"Así que me has molestado para nada ¿verdad? ya sabias el camino y has venido a fastidiar mi tranquilidad... Es divertido reírse de un mudo ¿verdad? Es gracioso reirse viendo como intenta comunicarse contigo ¿verdad?" —Dictaba aquel trozo de papel.