10/09/2016, 12:23
Era una situación tensa la verdad. El tigre imponía lo suyo, tanto así que la hermanastra de Satoru se quedó paralizada como una estatua de mármol. Pero como era de esperar su hermano tomó la iniciativa de la situación, hizo unos sellos y de repente...
— Doton: Retsudo Tenshō— Seguido de una pequeña sacudida, el suelo comenzó a abrirse y resquebrajarse sobre los pies del imponente animal. Pero claro, un tigre es un tigre, y se va sobrado de algo es de agilidad. Un animal así, no se expone de esta forma a no ser que esté realmente hambriento.
Un Katon hubiera venido mucho mejor... Pues el animal no tuvo más que dar un gran salto para evadir aquel socavón que se le vino encima. Lo peor de todo era que el depredador, no estaba dispuesto a retroceder por lo que aprovechando aquel impulso que dio, se dispuso a atacar.
Estos animales no se andan con chiquitas, si atacan es para matar de un solo golpe...normalmente destrozan la yugular de su presa y el desangramiento casi instantáneo hace el resto. !Ahora me toca a mí¡
Pero como en una partida de shōgi, Satoru movió primero obligando al tigre a ejecutar una maniobra que había imaginado, por lo que me bastó con hacer unos simples trazos en mi makimono concentrar un poco de chakra y...
-¡Ninpou: Chōjū Giga Shishi! Seguidamente, del makimono salió un enorme león de tinta de unos dos metros que saltó del papel para encontrarse con el tigre. Impactaron en el aire antes de que sucediera algo malo, el león al encontrarse con el tigre estalló en un mar de tinta y el animal salió disparado en dirección contraria, cayendo sobre la técnica de Satoru que trató de esquivar, convirtiéndose en su tumba.
El animal cayó bruscamente gracias al impacto de mi técnica, recibiendo consecutivamente la técnica de Satoru. El ruido del impacto sonó demoledor...al final el animal acabó bañado en tinta y sepultado por los cascotes de la técnica de Satoru.
Pobre animal...ahora da hasta penita...
Tras ver después haber pasado un rato que el animal seguía tendido en aquel agujero inerte, me relajé un poco. Después de un suspiro de alivio pregunté para saber si estaban todos bien.
-¿Estáis bien todos?
Quedó bastante claro que lo mejor era volver a Kuroshiro y disfrutar de los pandas que allí habían. Era un locura seguir aquí. Un ataque de un tigre por sorpresa hubiera sido mortal para uno de nosotros.
-Por cierto...voto por volver a pueblo... Dije aún con la adrenalina en el cuerpo.
• PV:–
• CK:–
— Doton: Retsudo Tenshō— Seguido de una pequeña sacudida, el suelo comenzó a abrirse y resquebrajarse sobre los pies del imponente animal. Pero claro, un tigre es un tigre, y se va sobrado de algo es de agilidad. Un animal así, no se expone de esta forma a no ser que esté realmente hambriento.
Un Katon hubiera venido mucho mejor... Pues el animal no tuvo más que dar un gran salto para evadir aquel socavón que se le vino encima. Lo peor de todo era que el depredador, no estaba dispuesto a retroceder por lo que aprovechando aquel impulso que dio, se dispuso a atacar.
Estos animales no se andan con chiquitas, si atacan es para matar de un solo golpe...normalmente destrozan la yugular de su presa y el desangramiento casi instantáneo hace el resto. !Ahora me toca a mí¡
Pero como en una partida de shōgi, Satoru movió primero obligando al tigre a ejecutar una maniobra que había imaginado, por lo que me bastó con hacer unos simples trazos en mi makimono concentrar un poco de chakra y...
-¡Ninpou: Chōjū Giga Shishi! Seguidamente, del makimono salió un enorme león de tinta de unos dos metros que saltó del papel para encontrarse con el tigre. Impactaron en el aire antes de que sucediera algo malo, el león al encontrarse con el tigre estalló en un mar de tinta y el animal salió disparado en dirección contraria, cayendo sobre la técnica de Satoru que trató de esquivar, convirtiéndose en su tumba.
El animal cayó bruscamente gracias al impacto de mi técnica, recibiendo consecutivamente la técnica de Satoru. El ruido del impacto sonó demoledor...al final el animal acabó bañado en tinta y sepultado por los cascotes de la técnica de Satoru.
Pobre animal...ahora da hasta penita...
Tras ver después haber pasado un rato que el animal seguía tendido en aquel agujero inerte, me relajé un poco. Después de un suspiro de alivio pregunté para saber si estaban todos bien.
-¿Estáis bien todos?
Quedó bastante claro que lo mejor era volver a Kuroshiro y disfrutar de los pandas que allí habían. Era un locura seguir aquí. Un ataque de un tigre por sorpresa hubiera sido mortal para uno de nosotros.
-Por cierto...voto por volver a pueblo... Dije aún con la adrenalina en el cuerpo.
Estado de Zaibatsu Yoshimitsu
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