14/09/2016, 12:58
(Última modificación: 14/09/2016, 13:01 por Inuzuka Nabi.)
Cuando un shinobi se alerta, suele ser porque ha previsto una amenaza a raiz de algún movimiento sospechoso o ha sentido alguna mirada turbulenta. Así que cuando Juro soltó que se habia alertado por el hecho de que alguien se asomara a verles, estando ellos limpiando y hablando, es decir, montando un ligero alboroto, en la fachada misma de la casa... Nabi no pudo hacer más que soltar un leve suspiro y seguir limpiando.
El moreno pareció percibir el ambiente y aparcó el tema tan rápido como pudo, volviendo al tenso silencio. Sin embargo, en el aire se notaba ya que estaban llegando al final y que aquella experiencia a la que habían llamado misión, porque tareas domesticas para estudiantes recien graduados era demasiado largo, se encontraba a las puertas de ser una misión completada.
Con cada refrote del cepillo y cada pequeño levantamiento de cabeza para coger aire y seguir con su tarea, les acercaba más a su meta. Hasta que finalmente, habían acabado. Nabi y Juro fueron los primeros en soltar sus cepillos, mientras Kazuma le daba un escarmiento a la última traza de pintura. El rubio se quitó todo el equipamiento de limpieza y lo dejó en el cubo, ahora totalmente vacio de liquido.
Se quedó unos segundos contemplando la pared, aunque en realidad su hilo de pensamiento estaba centrado en otro tema. Pensaba en lo agotador que se le había hecho aquella actividad, y en que, si aquello le cansaba así, ¿cómo podía siquiera pensar en llevar a cabo una misión de verdad? Estaba claro como el agua clara que aún no estaba preparado. Y eso le daba rabia.
—Nabi, Juro, no estoy seguro de que hora es, pero el sol ya está un poco bajo ¿Creen que deberíamos tratar de conseguir algo de información o ir y confirmarle a la sensei que cumplimos con la misión?
— Ya le comenté al propietario de este inmueble que al acabar uno de nosotros se pasaría a hablar con él. Tampoco tengo problema en preguntar a tanta gente como querais, ya no tenemos ningún tipo de restricción, pero antes seria conveniente saber qué hora es.
Inquirió el Uchiha cruzandose de brazos.
El moreno pareció percibir el ambiente y aparcó el tema tan rápido como pudo, volviendo al tenso silencio. Sin embargo, en el aire se notaba ya que estaban llegando al final y que aquella experiencia a la que habían llamado misión, porque tareas domesticas para estudiantes recien graduados era demasiado largo, se encontraba a las puertas de ser una misión completada.
Con cada refrote del cepillo y cada pequeño levantamiento de cabeza para coger aire y seguir con su tarea, les acercaba más a su meta. Hasta que finalmente, habían acabado. Nabi y Juro fueron los primeros en soltar sus cepillos, mientras Kazuma le daba un escarmiento a la última traza de pintura. El rubio se quitó todo el equipamiento de limpieza y lo dejó en el cubo, ahora totalmente vacio de liquido.
Se quedó unos segundos contemplando la pared, aunque en realidad su hilo de pensamiento estaba centrado en otro tema. Pensaba en lo agotador que se le había hecho aquella actividad, y en que, si aquello le cansaba así, ¿cómo podía siquiera pensar en llevar a cabo una misión de verdad? Estaba claro como el agua clara que aún no estaba preparado. Y eso le daba rabia.
—Nabi, Juro, no estoy seguro de que hora es, pero el sol ya está un poco bajo ¿Creen que deberíamos tratar de conseguir algo de información o ir y confirmarle a la sensei que cumplimos con la misión?
— Ya le comenté al propietario de este inmueble que al acabar uno de nosotros se pasaría a hablar con él. Tampoco tengo problema en preguntar a tanta gente como querais, ya no tenemos ningún tipo de restricción, pero antes seria conveniente saber qué hora es.
Inquirió el Uchiha cruzandose de brazos.
—Nabi—