17/09/2016, 01:00
— ¡Qué va! ¿Yo, novio? Qué dices... —
Venga va...no me lo creo
Al comentarle lo de que si tenía novio, Eri respondió con brusquedad. Como si hubiera encontrado su punto débil o algo así. No era por nada, pero su rostro era como un libro abierto. Quizás dijera la verdad, pero en caso de ser así, algo tendría que ver a medio camino aunque fuera.
-Bueno mujer Le respondí apurado, pues estaba claro que con esa cuestión le había metido en un aprieto. -No pasa nada...somos jóvenes todavía para noviazgos...¿No crees?.
Ji ji Ji, si hasta cuando se pone nerviosa es un encanto y todo
Pincelada por aquí y pincelada por allá. El dibujo ya estaba terminado pero como me propuse que fuera algo especial, no podía evitar dar un retoque por allí y otro retoque por acá. Esperando el visto bueno de Eri, como cuando una maestra examina a su alumno de una materia crucial e importante. Mientras retocaba, me confesó que no tenía ningún poder singular ni especial, pero que se especializaba en ninjutsu médico.
¡Anda mira tu por dónde!. Eso le da todavía más sentido a mi dibujo ¡Ja ja!
-¡Oye! !Eso está muy bien¡ Dije sintiendo orgullo hacía ella. -Muy pocos son los que se atreven a ser ninjas médicos. En las guerras sois muy valiosos. Pero estaba convencido que Mizumi Eri era capaz de eso y mucho más.
— ¿Y tú? Eres un gran artista, pero... ¿Qué más sabes hacer? —
¿Siente interés por mí?...¡Oh!
-¡Se me da muy bien holgazanear! ¡Ja ja!. Intenté resultar gracioso. -Es broma, es broma. Pero nada especial, dicen que soy bastante inteligente para la edad que tengo y algo peculiar... Puse una voz de tipo duro e interesante. -¡Soy un tipo con suerte!. Sonreí al terminar la frase.
Bueno, ya no sabía que más retocar al dibujo. Tanto era así que ahora que lo veía terminado, lo veía un poco cargado. Pero creo que era más manía que otra cosa. No se...no se...le falta algo... Lo que estaba claro era que no iba a empezar otro dibujo, me daba la impresión que por muchos que hiciera, nunca estaría satisfecho.
Hacía tiempo que no sentía algo así con un dibujo...
Guardé los instrumentos de dibujo y me propuse a enseñárselo a Eri. -Bueno...creo que ya está espero que te guste... Es un regalo...
Si Eri decidía inspeccionar el dibujo. Se vería como una bella criatura angelical, con unas hermosas y cálidas alas blancas de gran pureza, descendiendo de los cielos. Con su melena bailando libre al son del viento, con sus bellos ojos iluminados manando un fulgor de convicción y, su bonita y dulce sonrisa... Intenté plasmarla lo mejor que pude en el papel, y reconozco que me supuso un verdadero dolor de cabeza, pues no quedé del todo satisfecho.
...Espero que le guste...
Quedé en silencio a ver que decía, estaba realmente nervioso...
Venga va...no me lo creo
Al comentarle lo de que si tenía novio, Eri respondió con brusquedad. Como si hubiera encontrado su punto débil o algo así. No era por nada, pero su rostro era como un libro abierto. Quizás dijera la verdad, pero en caso de ser así, algo tendría que ver a medio camino aunque fuera.
-Bueno mujer Le respondí apurado, pues estaba claro que con esa cuestión le había metido en un aprieto. -No pasa nada...somos jóvenes todavía para noviazgos...¿No crees?.
Ji ji Ji, si hasta cuando se pone nerviosa es un encanto y todo
Pincelada por aquí y pincelada por allá. El dibujo ya estaba terminado pero como me propuse que fuera algo especial, no podía evitar dar un retoque por allí y otro retoque por acá. Esperando el visto bueno de Eri, como cuando una maestra examina a su alumno de una materia crucial e importante. Mientras retocaba, me confesó que no tenía ningún poder singular ni especial, pero que se especializaba en ninjutsu médico.
¡Anda mira tu por dónde!. Eso le da todavía más sentido a mi dibujo ¡Ja ja!
-¡Oye! !Eso está muy bien¡ Dije sintiendo orgullo hacía ella. -Muy pocos son los que se atreven a ser ninjas médicos. En las guerras sois muy valiosos. Pero estaba convencido que Mizumi Eri era capaz de eso y mucho más.
— ¿Y tú? Eres un gran artista, pero... ¿Qué más sabes hacer? —
¿Siente interés por mí?...¡Oh!
-¡Se me da muy bien holgazanear! ¡Ja ja!. Intenté resultar gracioso. -Es broma, es broma. Pero nada especial, dicen que soy bastante inteligente para la edad que tengo y algo peculiar... Puse una voz de tipo duro e interesante. -¡Soy un tipo con suerte!. Sonreí al terminar la frase.
Bueno, ya no sabía que más retocar al dibujo. Tanto era así que ahora que lo veía terminado, lo veía un poco cargado. Pero creo que era más manía que otra cosa. No se...no se...le falta algo... Lo que estaba claro era que no iba a empezar otro dibujo, me daba la impresión que por muchos que hiciera, nunca estaría satisfecho.
Hacía tiempo que no sentía algo así con un dibujo...
Guardé los instrumentos de dibujo y me propuse a enseñárselo a Eri. -Bueno...creo que ya está espero que te guste... Es un regalo...
Si Eri decidía inspeccionar el dibujo. Se vería como una bella criatura angelical, con unas hermosas y cálidas alas blancas de gran pureza, descendiendo de los cielos. Con su melena bailando libre al son del viento, con sus bellos ojos iluminados manando un fulgor de convicción y, su bonita y dulce sonrisa... Intenté plasmarla lo mejor que pude en el papel, y reconozco que me supuso un verdadero dolor de cabeza, pues no quedé del todo satisfecho.
...Espero que le guste...
Quedé en silencio a ver que decía, estaba realmente nervioso...