17/09/2016, 14:50
(Última modificación: 17/09/2016, 14:52 por Inuzuka Nabi.)
Lo primero que hizo al liberarse de todos sus bartulos fue estirar los brazos al cielo, provocando el crujido de todos sus huesos. El objetivo principal de la misión estaba completo. Esas palabras resonaban en su cabeza como una sonata de tranquilidad y relajación, la primera vez que se pararon para hablar con la mujer loca, tuvo sus dudas de si conseguirian acabar a tiempo, y cuando sus compañeros quisieron pararse en la primera casa a tomar el té... fue terrible. Por suerte, bueno, más bien por su intervención, consiguieron acabarla.
—Deberíamos empezar por esta casa ya que has avisado al dueño, al menos por cortesía. Aparte, el que vaya podría aprovechar para mirar la hora. Y en base a eso decidimos.
A pesar de que había insistido fervientemente en no detenerse a preguntar antes de que hubieran cumplido con el objetivo principal, ahora parecía que disponian de algún tiempo antes de llegar a la hora limite y, la verdad, afianzar el objetivo secundario tanto como fuera posible sonaba muy tentador. Para que su próxima misión no fuera otra rango D, de Domestico. Mejor una rica misión C, de Carniceria.
Se cruzó de brazos aunque con un aura más relajada que de costumbre antes de contestar.
— Por mi, mientras no nos pasemos de la hora límite, podemos ir a preguntar tanto como querais. Pero habrá que turnarse para cargar con las herramientas.
—Ya que estamos aquí, creo que no perderíamos nada con pedirle información al dueño. A su manera, Nabi nos sacó del atasco en la primera casa, y yo trate con la agradable anciana de la segunda… Creo que es tu turno de tratar cara a cara con los civiles, Juro.
»Digo, fuera yo, pero… Este sitio es lúgubre y raro, parece la típica casa de los psicópatas en la obras de teatro.
Él no quería hablar con nadie sobre aquello, sí que quería completar tanto como fuera posible aquel objetivo secundario y quedar bien ante Shiona-sama, pero si podía evitar ser él mismo el que tuviera que buscar información, lo evitaría. Incluso si para ello tenía que coincidir con Kazuma.
— Coincido con Kazuma-san.
Ahora ambos miraban al Eikyu esperando su reacción y su respuesta ante las insinuaciones de sus compañeros. No creía que Juro fuera a contestarles, él era más de seguir la corriente que menos discusiones pudiera generar. El bueno de Juro. Que mal le iba a ir en el mundo shinobi si seguía así.
—Deberíamos empezar por esta casa ya que has avisado al dueño, al menos por cortesía. Aparte, el que vaya podría aprovechar para mirar la hora. Y en base a eso decidimos.
A pesar de que había insistido fervientemente en no detenerse a preguntar antes de que hubieran cumplido con el objetivo principal, ahora parecía que disponian de algún tiempo antes de llegar a la hora limite y, la verdad, afianzar el objetivo secundario tanto como fuera posible sonaba muy tentador. Para que su próxima misión no fuera otra rango D, de Domestico. Mejor una rica misión C, de Carniceria.
Se cruzó de brazos aunque con un aura más relajada que de costumbre antes de contestar.
— Por mi, mientras no nos pasemos de la hora límite, podemos ir a preguntar tanto como querais. Pero habrá que turnarse para cargar con las herramientas.
—Ya que estamos aquí, creo que no perderíamos nada con pedirle información al dueño. A su manera, Nabi nos sacó del atasco en la primera casa, y yo trate con la agradable anciana de la segunda… Creo que es tu turno de tratar cara a cara con los civiles, Juro.
»Digo, fuera yo, pero… Este sitio es lúgubre y raro, parece la típica casa de los psicópatas en la obras de teatro.
Él no quería hablar con nadie sobre aquello, sí que quería completar tanto como fuera posible aquel objetivo secundario y quedar bien ante Shiona-sama, pero si podía evitar ser él mismo el que tuviera que buscar información, lo evitaría. Incluso si para ello tenía que coincidir con Kazuma.
— Coincido con Kazuma-san.
Ahora ambos miraban al Eikyu esperando su reacción y su respuesta ante las insinuaciones de sus compañeros. No creía que Juro fuera a contestarles, él era más de seguir la corriente que menos discusiones pudiera generar. El bueno de Juro. Que mal le iba a ir en el mundo shinobi si seguía así.
—Nabi—