24/09/2016, 11:28
— Mmmhh... Gallina...
Negó con la cabeza justo antes de decir sus frases, no mirando las intenciones de Nabi cuando éste tomó la palabra.
— Exactamente, como bien ha dicho mi compañera, lo único que nos mueve es el deber de proteger y servir al ciudadano. Aunque es algo obvio que si usted insiste tan fervientemente no podemos rechazar su hospitalidad y su contribución a las fuerzas del orden. Así pues, le agradecemos de corazón su cooperación y hasta más ver.
Asintió mientras Nabi transmitía lo que pensaba y se despidió con una inclinación en el tronco, pasó por el salón para despedirse también de la hija del criador de gallinas y el chunnin que ahora hablaban de forma amistosa, sin embargo al verlos hicieron una mueca un tanto extraña y difícil de comprender para Eri, ésta, sin embargo, estaba ya un poco cansada de lo hecho en aquella casa, así que lo dejó estar.
Una vez fuera, se giró para encarar al Uchiha que se suponía iba detrás de ella, cuando sus orbes verdosos se fijaron en lo que llevaba bajo el brazo: una gallina.
— ¿Pero... Qué? — Atinó a decir mientras señalaba al ave que ahora fijaba su desorbitada vista sobre la de cabellos azules. — ¿Por qué has cogido una gallina? — Cuestionó frunciendo el ceño. — Nabi... ¿No ves que ellos viven de las gallinas? Deberías dejarla de nuevo dentro... Mira, si quieres, te invito a comer lo que quieras, pero primero deja a esa gallina en su casa. — Sugirió, ya harta de ver aves de corral por todos lados.
''Y así al menos, podemos hablar en un lugar más tranquilo...''
Recordó que hacía al menos una hora y media no quería hablar con él, y ahora se encontraba invitándole a comer... Suspiró escuchando su contradicción, ya daba igual, nacía una nueva época en la que no podría huir de la gente... Y lo mejor era empezar por aquel rubio.
Negó con la cabeza justo antes de decir sus frases, no mirando las intenciones de Nabi cuando éste tomó la palabra.
— Exactamente, como bien ha dicho mi compañera, lo único que nos mueve es el deber de proteger y servir al ciudadano. Aunque es algo obvio que si usted insiste tan fervientemente no podemos rechazar su hospitalidad y su contribución a las fuerzas del orden. Así pues, le agradecemos de corazón su cooperación y hasta más ver.
Asintió mientras Nabi transmitía lo que pensaba y se despidió con una inclinación en el tronco, pasó por el salón para despedirse también de la hija del criador de gallinas y el chunnin que ahora hablaban de forma amistosa, sin embargo al verlos hicieron una mueca un tanto extraña y difícil de comprender para Eri, ésta, sin embargo, estaba ya un poco cansada de lo hecho en aquella casa, así que lo dejó estar.
Una vez fuera, se giró para encarar al Uchiha que se suponía iba detrás de ella, cuando sus orbes verdosos se fijaron en lo que llevaba bajo el brazo: una gallina.
— ¿Pero... Qué? — Atinó a decir mientras señalaba al ave que ahora fijaba su desorbitada vista sobre la de cabellos azules. — ¿Por qué has cogido una gallina? — Cuestionó frunciendo el ceño. — Nabi... ¿No ves que ellos viven de las gallinas? Deberías dejarla de nuevo dentro... Mira, si quieres, te invito a comer lo que quieras, pero primero deja a esa gallina en su casa. — Sugirió, ya harta de ver aves de corral por todos lados.
''Y así al menos, podemos hablar en un lugar más tranquilo...''
Recordó que hacía al menos una hora y media no quería hablar con él, y ahora se encontraba invitándole a comer... Suspiró escuchando su contradicción, ya daba igual, nacía una nueva época en la que no podría huir de la gente... Y lo mejor era empezar por aquel rubio.