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Otoño-Invierno de 221

Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
Por una curiosa casualidad del destino, resulto que tanto el oxigenado como el peliblanco coincidieron en su deseo de que fuese Juro quien diera la cara en aquella ocasión. Aquello dejo al pobre chico del látigo con pocas o ninguna posibilidad de negarse.

No tiene gracia... — Sin embargo, abandonó su postura relajada y miró en dirección hacia la casa, con ademán de ir — Pero tienes razón. Yo me encargo esta vez.

En realidad, no se trataba de tener o no la razón. El hecho era que más nadie quería hacer ese trabajo y el Eikyu era el único que no tenía argumentos como para como para tratar de abandonar aquella pesada tarea.

«A mal paso darle prisa, ¿no?», pensó mientras su compañero se despedía cortésmente, dispuesto a ir y adentrarse en aquella casa.

Así fue como el Uchiha mestizo y el Ishimura pura sangre quedaron solos.

Le observó durante unos instantes con sus grises ojos, tratando de dilucidar qué emociones se ocultaban tras su, permanentemente pétrea, expresión. Al final, no dedujo nada, excepto que aquel joven solo pensaba en cosas oscuras y amargas. «No vale la pena el buscarle conversación a alguien tan huraño»

Hacia un poco de calor, por lo que se quitó su suéter azul y se quedó en camiseta. Busco un lugar donde sentarse y procedió a reclinarse. Ahí se quedaría descansando mientras posaba sus ojos en las blancas nubes que se desplazaban lentamente por el azul del cielo infinito.
[Imagen: aab687219fe81b12d60db220de0dd17c.gif]
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RE: [Automisión Rango D] Un crimen más que legible - por Hanamura Kazuma - 25/09/2016, 15:26


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