25/09/2016, 16:22
Como cosa rara, nuestro héroe se había quedado perdido en sus pensamientos, algo poco frecuente en él. Se quedó observando los puestos entre la muchedumbre. Pero las armas no eran lo que le habían distraído, sino que reflexionaba sobre cómo se daban las situaciones cada que conocía a alguien.
"No puede ser que tenga tan mala suerte que siempre me tope a algún amargado o a un insolente"
Era demasiado frecuente que se topase con la gente de peor carácter posible, eso o su idea de como eran las personas estaba errada. Quizás lo normal era que la gente fuera egoísta y malhumorada, fuese como fuese se le empezaba a hacer tedioso tener que soportar injurias a cada rato. Tal vez él mismo no lo notaba, pero poco a poco se había vuelto una persona bastante desconfiada. Pronto un pequeño jalón en sus ropas le hizo dejar de filosofar introspectivamente, volteó por reflejo hacia abajo para darse cuenta de que la niña pelimorada lo había seguido hasta ahí para según ella, disculparse.
"Me pide perdón y me insulta en la misma frase, nuevo récord"
El Takanashi dudaba que fuera una disculpa sincera, para sentir culpa había que mostrar empatía con el agraviado y la Uchiha no le había mostrado la más mínima seña de ello. Lo primero que se le ocurrió es que lo hacía por conveniencia, pues él poseía el mapa que ella necesitaba para llegar a su destino. Pero el pelinegro ya no quería más incovenientes, debía despachar a la niña para que le dejara en paz.
—Está bien— Respondió serio, aceptando la floja disculpa de la kunoichi aunque en el fondo no se la había terminado de tragar —Es más, te daré esto— Sacó de su morral el folleto y arrancó el mapa con cuidado de no dañarlo para dárselo a la pequeña —Ya me compraré otro— Le explico para que no se preocupara, aunque seguramente fuese algo innecesario pues probablemente a la niña no le importaba en lo absoluto.
Podían pasar dos cosas: o se iba tranquila o se las arreglaba para maltratarlo una vez más antes de largarse. Tatsuya creía más en la segunda, pues Tomoe ya le había dejado una imagen bastaante negativa al espadachín con su actitud.
"No puede ser que tenga tan mala suerte que siempre me tope a algún amargado o a un insolente"
Era demasiado frecuente que se topase con la gente de peor carácter posible, eso o su idea de como eran las personas estaba errada. Quizás lo normal era que la gente fuera egoísta y malhumorada, fuese como fuese se le empezaba a hacer tedioso tener que soportar injurias a cada rato. Tal vez él mismo no lo notaba, pero poco a poco se había vuelto una persona bastante desconfiada. Pronto un pequeño jalón en sus ropas le hizo dejar de filosofar introspectivamente, volteó por reflejo hacia abajo para darse cuenta de que la niña pelimorada lo había seguido hasta ahí para según ella, disculparse.
"Me pide perdón y me insulta en la misma frase, nuevo récord"
El Takanashi dudaba que fuera una disculpa sincera, para sentir culpa había que mostrar empatía con el agraviado y la Uchiha no le había mostrado la más mínima seña de ello. Lo primero que se le ocurrió es que lo hacía por conveniencia, pues él poseía el mapa que ella necesitaba para llegar a su destino. Pero el pelinegro ya no quería más incovenientes, debía despachar a la niña para que le dejara en paz.
—Está bien— Respondió serio, aceptando la floja disculpa de la kunoichi aunque en el fondo no se la había terminado de tragar —Es más, te daré esto— Sacó de su morral el folleto y arrancó el mapa con cuidado de no dañarlo para dárselo a la pequeña —Ya me compraré otro— Le explico para que no se preocupara, aunque seguramente fuese algo innecesario pues probablemente a la niña no le importaba en lo absoluto.
Podían pasar dos cosas: o se iba tranquila o se las arreglaba para maltratarlo una vez más antes de largarse. Tatsuya creía más en la segunda, pues Tomoe ya le había dejado una imagen bastaante negativa al espadachín con su actitud.