25/09/2016, 19:46
Todo parecía haberse arreglado, por fin podría resguardarse, cambiarse de ropa, echarse una buena cena y descansar. Pero el hado no estaba de acuerdo en darle un respiro. Mientras esperaba que el mudo terminase de hablar con la recepcionista el espadachín se detuvo a admirar la extraña arquitectura del sitio, pero su atención se volvió de nuevo al mostrador cuando la mujer rubia que atendía habló algo de compartir cuarto.
"¿Acaso parece que venimos juntos? No pienso estar en la misma habitación que él"
Antes de que pudiera vociferar en contra de eso el de la capucha nuevamente le escribió algo a la recepcionista, solo para informarle luego al Takanashi que ya no había lugar.
—Ahhhhhhhggggg— Fue lo único que salió de su boca mientras se llevaba la mano derecha a la cara, restregándose los ojos por la frustración.
Por cederle el paso al adolescente ahora el espadachín nuevamente se había quedado vendido, pues el mudo se quedó casualmente con la última habitación de la posada. No era la primera vez que terminaba perjudicado por actuar de forma cortés, pero en vez de ser mas arisco con la gente siempre trata de pensar que era solo una cosa del momento y mantenerse positivo. Aunque cada vez se le hacía más difícil aguantar esas cosas.
"No sé porqué sigo siendo tan amable con la gente si lo único que me saco es que me desprecien"
Estaba enojado, pero no se iba a desquitar con quién no tenía la culpa. No se iba a rendir, ir a buscar otra posada en medio de la noche no era una opción, pero tampoco tenía muchas ganas de quedarse en la calle. Se acercó a la recepcionista y apoyó sus brazos recostándose sobre el mueble, siendo esto una actitud anormal en él.
—¿Está usted segura de que no hay ninguna habitación desocupada? Quizás alguna reservada pero que los ocupantes aún no hayan venido. Ya sabe, aunque sea solo por hoy. Que estoy dispuesto a pagar un poquito más si es necesario— Dijo mientras sacaba disimuladamente un billete de 100 Ryos.
No se le da bien negociar, de hecho nunca había abusado de su dinero para sacar favores. Pero en esos momentos no tenía más remedio que recurrir a ello. Ya si mucho iría al día siguiente a buscar otra posada.
"¿Acaso parece que venimos juntos? No pienso estar en la misma habitación que él"
Antes de que pudiera vociferar en contra de eso el de la capucha nuevamente le escribió algo a la recepcionista, solo para informarle luego al Takanashi que ya no había lugar.
—Ahhhhhhhggggg— Fue lo único que salió de su boca mientras se llevaba la mano derecha a la cara, restregándose los ojos por la frustración.
Por cederle el paso al adolescente ahora el espadachín nuevamente se había quedado vendido, pues el mudo se quedó casualmente con la última habitación de la posada. No era la primera vez que terminaba perjudicado por actuar de forma cortés, pero en vez de ser mas arisco con la gente siempre trata de pensar que era solo una cosa del momento y mantenerse positivo. Aunque cada vez se le hacía más difícil aguantar esas cosas.
"No sé porqué sigo siendo tan amable con la gente si lo único que me saco es que me desprecien"
Estaba enojado, pero no se iba a desquitar con quién no tenía la culpa. No se iba a rendir, ir a buscar otra posada en medio de la noche no era una opción, pero tampoco tenía muchas ganas de quedarse en la calle. Se acercó a la recepcionista y apoyó sus brazos recostándose sobre el mueble, siendo esto una actitud anormal en él.
—¿Está usted segura de que no hay ninguna habitación desocupada? Quizás alguna reservada pero que los ocupantes aún no hayan venido. Ya sabe, aunque sea solo por hoy. Que estoy dispuesto a pagar un poquito más si es necesario— Dijo mientras sacaba disimuladamente un billete de 100 Ryos.
No se le da bien negociar, de hecho nunca había abusado de su dinero para sacar favores. Pero en esos momentos no tenía más remedio que recurrir a ello. Ya si mucho iría al día siguiente a buscar otra posada.