27/09/2016, 22:24
—Está bien— contestó el chico ante la "disculpa" de la pelimorada que clavaba sus violaceos ojillos directamente en los del chico —Es más, te daré esto— no sólo había aceptado la disculpa de la pequeña si no que ante su atenta mirada, separaba el mapa con cuidado del resto de la revistilla que tenía para ofrecérselo a la pequeñaja —Ya me compraré otro— le tendió el mapa a Tomoe que lo tomó con ambas manos para después quedarse callada mirando el mapa fijamente
"Así que para esto sirven las disculpas..." la chica nunca se hubiese esperado que como resultado de aquellas palabras hubiese obtenido un regalo, el segundo que recibía en su vida "Me ha dado un mapa... tengo un mapa..." Tomoe no daba crédito a lo sucedido, una persona que se había enfadado con ella hasta el punto de abandonarla... con solo una palabra acababa de regalarle un mapa "Me gusta cuando me regalan cosas, se siente bien..." la vida de la de Amegakure no había sido nunca un camino de rosas, de hecho lo único que solían darle son golpes y pastillas. Cuando conoció a Koji, este le regaló una muñeca de trapo que guardaba en su apartamento... y ahora acababa de recibir su segundo regalo: Un mapa.
La pelimorada levantó la mirada lentamente hasta volver a encontrar la del muchacho de nuevo "Me ha regalado un mapa..." en su mente surgieron las palabras que Koji tras regalarle la muñeca "Es cierto..."
—Gra..gracias— apoyó el mapa sobre su pecho para poder realizar una pequeña reverencia sin poner en riesgo el objeto, para una vez recuperada volver a extender el mapa y seguir gobernándolo en silencio
"Me gusta mi mapa"
"Así que para esto sirven las disculpas..." la chica nunca se hubiese esperado que como resultado de aquellas palabras hubiese obtenido un regalo, el segundo que recibía en su vida "Me ha dado un mapa... tengo un mapa..." Tomoe no daba crédito a lo sucedido, una persona que se había enfadado con ella hasta el punto de abandonarla... con solo una palabra acababa de regalarle un mapa "Me gusta cuando me regalan cosas, se siente bien..." la vida de la de Amegakure no había sido nunca un camino de rosas, de hecho lo único que solían darle son golpes y pastillas. Cuando conoció a Koji, este le regaló una muñeca de trapo que guardaba en su apartamento... y ahora acababa de recibir su segundo regalo: Un mapa.
La pelimorada levantó la mirada lentamente hasta volver a encontrar la del muchacho de nuevo "Me ha regalado un mapa..." en su mente surgieron las palabras que Koji tras regalarle la muñeca "Es cierto..."
—Gra..gracias— apoyó el mapa sobre su pecho para poder realizar una pequeña reverencia sin poner en riesgo el objeto, para una vez recuperada volver a extender el mapa y seguir gobernándolo en silencio
"Me gusta mi mapa"