28/09/2016, 21:33
— ¿Para qué voy a mirar arriba? Prefiero mirarte a ti, que eres más bonita que esa cosa azul que está detrás de las nubes.
— ¿Eh? Eh... ¡Ah! — Los colores subieron rápidamente a las mejillas de Eri que no tardó en ponerse bastante nerviosa, como consecuencia de que no pudiese articular palabra alguna. Intentó calmarse, pero su corazón bombeaba a más de mil por hora, ¿o a más de dos mil por hora? No lo sabía, era todo muy confuso.
— Pues un poco mareado sí que estoy. ¿Me estoy muriendo otra vez? — Y acto seguido sacó la lengua y se hizo el muerto, haciendo que Eri volviese en sí poco a poco y lograse sacar una pequeña sonrisa ante el gesto tonto del Uchiha. Sin embargo poco duró hasta que el joven volvió a hablar.
— La has... ya sabes... tratado ésta enfermedad llamada vida. Entiendo. No se levantará en un rato, un rato llamado eternidad.
— ¿Qué? ¡No! Solo está... Dormida, supongo, un poco inconsciente. — Contestó encogiéndose de hombros.
Kaiten se acercó entonces y Nabi y él se dispusieron a tener una conversación digna de besugos, vaya, que con ella tenía que ver bien poco, así que se dejó llevar por sus artes médicas, concentrándose en la tarea que tenía de intentar parar la hemorragia de la nariz del rubio. Luego se giró para sonreír a Kaiten de forma amigable, ya que en todo lo que llevaba ahí, no le había dicho mucho.
— ¿Y a qué habéis venido a la playa hoy? — La pregunta se le antojó bastante estúpida, ya que, ¿qué narices harían en la playa un día tan caluroso como ese? ¡Pues obvio! Intentó pegarse una palmeada en la frente, pero tenía las manos ocupadas, así que solo esperó a las contestaciones de sus compañeros.
— ¿Eh? Eh... ¡Ah! — Los colores subieron rápidamente a las mejillas de Eri que no tardó en ponerse bastante nerviosa, como consecuencia de que no pudiese articular palabra alguna. Intentó calmarse, pero su corazón bombeaba a más de mil por hora, ¿o a más de dos mil por hora? No lo sabía, era todo muy confuso.
— Pues un poco mareado sí que estoy. ¿Me estoy muriendo otra vez? — Y acto seguido sacó la lengua y se hizo el muerto, haciendo que Eri volviese en sí poco a poco y lograse sacar una pequeña sonrisa ante el gesto tonto del Uchiha. Sin embargo poco duró hasta que el joven volvió a hablar.
— La has... ya sabes... tratado ésta enfermedad llamada vida. Entiendo. No se levantará en un rato, un rato llamado eternidad.
— ¿Qué? ¡No! Solo está... Dormida, supongo, un poco inconsciente. — Contestó encogiéndose de hombros.
Kaiten se acercó entonces y Nabi y él se dispusieron a tener una conversación digna de besugos, vaya, que con ella tenía que ver bien poco, así que se dejó llevar por sus artes médicas, concentrándose en la tarea que tenía de intentar parar la hemorragia de la nariz del rubio. Luego se giró para sonreír a Kaiten de forma amigable, ya que en todo lo que llevaba ahí, no le había dicho mucho.
— ¿Y a qué habéis venido a la playa hoy? — La pregunta se le antojó bastante estúpida, ya que, ¿qué narices harían en la playa un día tan caluroso como ese? ¡Pues obvio! Intentó pegarse una palmeada en la frente, pero tenía las manos ocupadas, así que solo esperó a las contestaciones de sus compañeros.