29/09/2016, 16:56
(Última modificación: 29/09/2016, 16:57 por Uzumaki Eri.)
Todo lo que decía Eri respecto a la suerte de Yoshimitsu era rebatido por el propio poseedor de ésta, ya que, si bien él era un suertudo, ella era todo torpeza y mala suerte. Sonrió de forma tímida al escuchar que el joven de Takigakure no le llamaban los enfrentamientos.
— No te preocupes, no quiero pelear. — Alegó, moviendo las manos para restarle importancia. — A mí tampoco me gustan mucho los enfrentamientos... — Suspiró, recordando su último combate oficial.
''Mejor no deberías dejar que tus pensamientos vuelen a esos tiempos.''
Le dio la razón a la voz de su cabeza que extrañamente le sonaba más aguda de lo normal mientras retomaba el hilo de la conversación, ya que sin darse cuenta había olvidado por completo dónde estaba y con quién, solo por rememorar por un puñado de segundos recuerdos que no debería sacar de su pequeño baúl de los mismos.
— ¿Pero que estás diciendo? Yo retrato lo que veo. Lo que sentí al verte por primera vez, lo primero que me vino a la mente, al percibir tu aura... No sé como explicarlo, pero se que harás algo muy importante y necesario en el mundo en un futuro.
Se llevó una mano a la nuca y cerró los ojos, nerviosa, soltando una leve risa que inundó el momento por un instante. — Está bien, Yoshi-don-suerte-san, te creeré.
— ¡Hay que ver mujer! ¿Por qué te infravaloras tanto? De verdad que no eres consciente de lo que realmente vales...
— Quizás... Supongo que en Uzushio hay demasiados genios en mi generación y luego estoy yo... Bueno, una ninja médico, pero tampoco tengo nada especial... — Murmuró perdiendo su mirada en el infinito. Luego negó suavemente con la cabeza y recompuso su postura. — ¡Es decir! No es que en Takigakure no haya genios, ¡Ay! No sé ni lo que digo. — Exclamó de nuevo.
Suspiró, intentando relajarse.
— ¿Te apetece dar un paseo?
— No te preocupes, no quiero pelear. — Alegó, moviendo las manos para restarle importancia. — A mí tampoco me gustan mucho los enfrentamientos... — Suspiró, recordando su último combate oficial.
''Mejor no deberías dejar que tus pensamientos vuelen a esos tiempos.''
Le dio la razón a la voz de su cabeza que extrañamente le sonaba más aguda de lo normal mientras retomaba el hilo de la conversación, ya que sin darse cuenta había olvidado por completo dónde estaba y con quién, solo por rememorar por un puñado de segundos recuerdos que no debería sacar de su pequeño baúl de los mismos.
— ¿Pero que estás diciendo? Yo retrato lo que veo. Lo que sentí al verte por primera vez, lo primero que me vino a la mente, al percibir tu aura... No sé como explicarlo, pero se que harás algo muy importante y necesario en el mundo en un futuro.
Se llevó una mano a la nuca y cerró los ojos, nerviosa, soltando una leve risa que inundó el momento por un instante. — Está bien, Yoshi-don-suerte-san, te creeré.
— ¡Hay que ver mujer! ¿Por qué te infravaloras tanto? De verdad que no eres consciente de lo que realmente vales...
— Quizás... Supongo que en Uzushio hay demasiados genios en mi generación y luego estoy yo... Bueno, una ninja médico, pero tampoco tengo nada especial... — Murmuró perdiendo su mirada en el infinito. Luego negó suavemente con la cabeza y recompuso su postura. — ¡Es decir! No es que en Takigakure no haya genios, ¡Ay! No sé ni lo que digo. — Exclamó de nuevo.
Suspiró, intentando relajarse.
— ¿Te apetece dar un paseo?