15/10/2016, 23:04
Daruu se cruzó de brazos y atendió a las elucubraciones de Mogura, no demasiado convencido.
—Si la persona en cuestión es un hombre bajo y gordo, recorrer una distancia larga en poco tiempo sin duda alguna debería dejarlo exhausto, jadeando.
»¿No deberíamos haber sido capaz de escucharlo...?
—Tienes razón, pero también podrías no tenerla —soltó Daruu, y se dio cuenta de pronto de que había sonado demasiado seco para lo que pretendía—. No me malinterpretes. Sólo quiero decir que las apariencias engañan. Como ninjas nosotros mismos somos capaces de cosas increíbles. Y he visto a más de un ninja corpulento moverse muy ágilmente.
A Daruu le dio un escalofrío al rememorar como si hubiese sido el día anterior la tremenda sensación de impotencia bajo el chakra opresor de aquél hombretón del Valle de los Dojos. Incluso cuando hacía uso de todo su poder, aquél mastodonte se movía a la velocidad del rayo.
—De todas formas, echemos un vistazo por aquí, por si acaso.
Miró a su alrededor. Estaban en un cruce de callejuelas, una explanada de ladrillo frío y sin alma. Habían unos contenedores al fondo. Unas cajas a la derecha. Y una escalerilla metálica en la pared de la izquierda.
—Si la persona en cuestión es un hombre bajo y gordo, recorrer una distancia larga en poco tiempo sin duda alguna debería dejarlo exhausto, jadeando.
»¿No deberíamos haber sido capaz de escucharlo...?
—Tienes razón, pero también podrías no tenerla —soltó Daruu, y se dio cuenta de pronto de que había sonado demasiado seco para lo que pretendía—. No me malinterpretes. Sólo quiero decir que las apariencias engañan. Como ninjas nosotros mismos somos capaces de cosas increíbles. Y he visto a más de un ninja corpulento moverse muy ágilmente.
A Daruu le dio un escalofrío al rememorar como si hubiese sido el día anterior la tremenda sensación de impotencia bajo el chakra opresor de aquél hombretón del Valle de los Dojos. Incluso cuando hacía uso de todo su poder, aquél mastodonte se movía a la velocidad del rayo.
—De todas formas, echemos un vistazo por aquí, por si acaso.
Miró a su alrededor. Estaban en un cruce de callejuelas, una explanada de ladrillo frío y sin alma. Habían unos contenedores al fondo. Unas cajas a la derecha. Y una escalerilla metálica en la pared de la izquierda.