22/10/2016, 19:33
Otro día en la aldea, deambulando en la ciudad, sin ningún rumbo alguno, Naegi porta su wakizashi, una enorme carga que tiene que llevar, aún recuerda ese día, cuando su padre envaino la katana en contra él, Naegi nunca midió el peso de sus acciones hasta esa llamada de atención que lo marco para siempre, y ahora como una maldición porta la katana de su padre.
La gente de la aldea mira a Naegi con repudio, rumoreaban por qué cargaba la katana de su padre, él no era digno para cargar su katana, aparte de las cosas de las que siempre hablaban, pero a él no le importaban, el camina tranquilo por la aldea, sin miedo a las miradas inquisidoras de la gente, pero el sentía algo raro en el ambiente, una tranquilidad en la aldea que a él le incomodaba, su talento para quebrantar la paz era innegable, el sentía que tenía que hacer algo para romper esta tranquilidad.
Naegi necesitaba un poco de diversión y en ello ve a un joven de aspecto un tanto oscuro y solitario, tenía una cicatriz en su cara, un poco inquietante, la gente parecía también alejarse de él, era un chico extraño, Naegi sintió curiosidad de saber quién era el y porque la gente se alejaba. De la mano de Naegi se desprende dos pedazos de papel, el cual dobla con rapidez formando dos mariposas que empiezan a volar cerca de él.
— Hola amigas mías— les susurraba a las mariposas sin importarle lo que la gente pensara de él, —Vamos a divertirnos—
Las mariposas se alejaron de Naegi y se acercaron al extraño chico, girando alrededor de él, Naegi se posó en una muralla mirando como las mariposas giraban, sabiendo lo poco discreto que estaba siendo el movimiento de las mariposas, pero a él no le importaba, solo quiere ver la reacción del chico.
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La gente de la aldea mira a Naegi con repudio, rumoreaban por qué cargaba la katana de su padre, él no era digno para cargar su katana, aparte de las cosas de las que siempre hablaban, pero a él no le importaban, el camina tranquilo por la aldea, sin miedo a las miradas inquisidoras de la gente, pero el sentía algo raro en el ambiente, una tranquilidad en la aldea que a él le incomodaba, su talento para quebrantar la paz era innegable, el sentía que tenía que hacer algo para romper esta tranquilidad.
Naegi necesitaba un poco de diversión y en ello ve a un joven de aspecto un tanto oscuro y solitario, tenía una cicatriz en su cara, un poco inquietante, la gente parecía también alejarse de él, era un chico extraño, Naegi sintió curiosidad de saber quién era el y porque la gente se alejaba. De la mano de Naegi se desprende dos pedazos de papel, el cual dobla con rapidez formando dos mariposas que empiezan a volar cerca de él.
— Hola amigas mías— les susurraba a las mariposas sin importarle lo que la gente pensara de él, —Vamos a divertirnos—
Las mariposas se alejaron de Naegi y se acercaron al extraño chico, girando alrededor de él, Naegi se posó en una muralla mirando como las mariposas giraban, sabiendo lo poco discreto que estaba siendo el movimiento de las mariposas, pero a él no le importaba, solo quiere ver la reacción del chico.
Estado de Naegi Saruba
110/110
90/100
10
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