28/05/2015, 21:32
La mente de la kunoichi no dejaba de dar vueltas, razonamientos carentes de sentido pero que solo para ella alguna vez tendrían significado, cualquiera que pudiese leerle la mente probablemente termine considerando que a la chica le hace falta dormir pero para ella las ideas estaban más que claras. * Bijuus... *
La lluvia no permitía que se escuchasen los pasos de aquel individuo que se acercó a ella por detrás, pero si su voz la cual la dejó bastante tranquila, lo suficiente para dejar que la abrazasen. - ¿No te interesa? - Preguntó inocentemente la kunoichi sin despegar la mirada de la gran estatua. - ¿Algún día podremos hacer estatuas así...? - Balbuceó la kunoichi casi ignorando las preguntas que su hermana le formulaba.
De no ser por Tamaki, Tatsuko nunca se hubiese dado cuenta de la presencia de un tercero y probablemente si la peliceleste hubiese llegado en el mismo momento tampoco hubiese visto nada. - Vamos. - Respondió finalmente a la pregunta, luego de ello comenzó a caminar hacia la silueta misteriosa incluso si eso significaba tener que arrastrar a su gemela.
Al estar a una distancia prudencial, la pelirroja habló con algo de alegría y en un tono elevado de voz para asegurarse que el ruido del agua no interfiriera. - ¿También te interesan las estatuas? - Aunque a Tatsuko no le interesaban en si. Lo que si le interesaba era saber algo sobre aquella chica a la que sobrepasaba en altura por tal vez unos 20 cm. * ¿Eso será una bandana ninja...? * Se preguntaba la pelirroja mientras intentaba ver mejor aquello que la joven de ojos morados escondía bajo su flequillo.
Probablemente Tamaki le eche bronca más tarde por acercarse de esa manera a un desconocido, pero así de inquieta era Tatsuko, no podía evitarlo. Además que ellas tienen la ventaja por ser más de uno, aunque por como tenía a su hermana colgada de la espalda se le complicaba el uso de su arco.
La lluvia no permitía que se escuchasen los pasos de aquel individuo que se acercó a ella por detrás, pero si su voz la cual la dejó bastante tranquila, lo suficiente para dejar que la abrazasen. - ¿No te interesa? - Preguntó inocentemente la kunoichi sin despegar la mirada de la gran estatua. - ¿Algún día podremos hacer estatuas así...? - Balbuceó la kunoichi casi ignorando las preguntas que su hermana le formulaba.
De no ser por Tamaki, Tatsuko nunca se hubiese dado cuenta de la presencia de un tercero y probablemente si la peliceleste hubiese llegado en el mismo momento tampoco hubiese visto nada. - Vamos. - Respondió finalmente a la pregunta, luego de ello comenzó a caminar hacia la silueta misteriosa incluso si eso significaba tener que arrastrar a su gemela.
Al estar a una distancia prudencial, la pelirroja habló con algo de alegría y en un tono elevado de voz para asegurarse que el ruido del agua no interfiriera. - ¿También te interesan las estatuas? - Aunque a Tatsuko no le interesaban en si. Lo que si le interesaba era saber algo sobre aquella chica a la que sobrepasaba en altura por tal vez unos 20 cm. * ¿Eso será una bandana ninja...? * Se preguntaba la pelirroja mientras intentaba ver mejor aquello que la joven de ojos morados escondía bajo su flequillo.
Probablemente Tamaki le eche bronca más tarde por acercarse de esa manera a un desconocido, pero así de inquieta era Tatsuko, no podía evitarlo. Además que ellas tienen la ventaja por ser más de uno, aunque por como tenía a su hermana colgada de la espalda se le complicaba el uso de su arco.