Este foro utiliza cookies
Este foro utiliza cookies para guardar tu información de inicio de sesión si estás registrado, y tu última visita si no lo estás. Las cookies son pequeños documentos de texto guardados en tu ordenador; las cookies establecidas por este foro sólo pueden ser utilizadas en este mismo sitio y no poseen riesgos de seguridad. Las cookies de este foro también llevan un registro de los temas que has leído y cuándo fue la última vez que los leíste. Los administradores NO tienen acceso a esta información, sólo TU NAVEGADOR. Por favor confirma si aceptas el establecimiento de estas cookies.

Se guardará una cookie en tu navegador sea cual sea tu elección para no tener que hacerte esta pregunta otra vez. Podrás cambiar tus ajustes sobre cookies en cualquier momento usando el link en el pie de página.
Otoño-Invierno de 221

Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
¿Vamos ya o esperamos? —preguntó Juro, disimuladamente. Sostenía la llave con la mano derecha, semiabierta.

«Lo mejor es irse pronto», respondió mentalmente.

La situación no era para nada favorable, menos aun cómoda. Aquel hombre de aspecto solitario parecía haber hecho buenas migas con la señora poseedora de una gran imaginación y de mucho tiempo libre.

A pesar de su corta experiencia, Kazuma tenía en claro las posibles consecuencias de las opciones que proponía su compañero del látigo.

«Si le devolvemos la llave ahora mismo, la mujer urdirá alguna treta para quitarse la culpa y arrojarla hacia nosotros. Si se la entregamos en cuanto se marche, puede que no reaccione bien; no sabemos qué le pudo haber dejado dicho la señora y tampoco tiene motivos para creer lo que digamos»

Entonces, ¿Qué era lo que podían hacer?

Con total calma y normalidad, Kazuma se acercó hacia donde estaba Juro y tomó la llave que había sido la fuente de sospecha definitiva para ellos. Disimuladamente se acercó hacia la ventana e hizo un gesto como si fuera a recoger la chaqueta que había dejado tirada. En ese movimiento colocó la pequeña pieza metálica justo en el borde, de manera que cualquiera la pudiese ver en cuanto se acercase, aunque ya comenzaba a oscurecer, así que lo más probable era que el dueño no la encontrara hasta la mañana siguiente.

Es mejor dejarla ahí y esperar a que el mismo la encuentre —le susurro a sus compañeros—. En realidad, no sé si es la decisión más acertada, pero me haré responsable ante la sensei si es que acaso he obrado mal —aseguro con su habitual gesto tranquilo y despreocupado.

Aguardo en silencio, esperando las palabras que pudiesen provenir del resto del equipo. No imaginaba que hubiese quejas al respecto, pues era la solución que menos problemas y conflictos acarrearía. Aun así… quería saber si sus compañeros tenían alguna pega o si preferían comenzar a caminar para alejarse de aquel sitio.
[Imagen: aab687219fe81b12d60db220de0dd17c.gif]
Responder


Mensajes en este tema
RE: [Automisión Rango D] Un crimen más que legible - por Hanamura Kazuma - 25/10/2016, 23:42


This forum uses Lukasz Tkacz MyBB addons.