26/10/2016, 22:41
—La investigación ha terminado. Estoy a punto de marcharme. —Realmente parecía sorprendida —. ¿No vais a pararme ni a decir nada?
«¡No puede ser!» La mujer les estaba provocando a bocajarro y sin pudor alguno, sabía que sospechaban de ella y también era consciente de que no podrían culparla de nada.
La verdad es que le hubiese gustado tener un par de esposas y los permisos necesarios para aprenderla bajo sospecha de ser la criminal, o por lo menos por obstaculizar el trabajo de ninjas oficiales. Por otra parte, también quería decirle unas cuantas palabras sobre lo que pensaba de su manera de acosarlos y seguirlos, pero no podía hacer aquello, pues prefería el simplemente irse y dejarla con la intriga, además que no se le ocurría ninguna amenaza decente.
—No creo que haga falta conversar nada —aseguro con calma total mientras comenzaba a caminar—. Entregaremos el informe a nuestra superior y ella se encargará de encarar al culpable de todo este desastre.
»Dime, Nabi, ¿Qué crees le pase a ese pobre diablo cuando le pongan las manos encima? —En vista de que no era capaz hacer una amenaza decente, recurrió al compañero que tenía una lengua tan afilada como su vista.
«¡No puede ser!» La mujer les estaba provocando a bocajarro y sin pudor alguno, sabía que sospechaban de ella y también era consciente de que no podrían culparla de nada.
La verdad es que le hubiese gustado tener un par de esposas y los permisos necesarios para aprenderla bajo sospecha de ser la criminal, o por lo menos por obstaculizar el trabajo de ninjas oficiales. Por otra parte, también quería decirle unas cuantas palabras sobre lo que pensaba de su manera de acosarlos y seguirlos, pero no podía hacer aquello, pues prefería el simplemente irse y dejarla con la intriga, además que no se le ocurría ninguna amenaza decente.
—No creo que haga falta conversar nada —aseguro con calma total mientras comenzaba a caminar—. Entregaremos el informe a nuestra superior y ella se encargará de encarar al culpable de todo este desastre.
»Dime, Nabi, ¿Qué crees le pase a ese pobre diablo cuando le pongan las manos encima? —En vista de que no era capaz hacer una amenaza decente, recurrió al compañero que tenía una lengua tan afilada como su vista.