28/10/2016, 20:09
Así que más pragmático, ¿eh?
Datsue iba a responderle, pero unos pasos se oyeron a sus espaldas. Era Karamaru, quien se había despertado al fin de su… siesta. El Uchiha se reincorporó, sentándose y cruzando las piernas, ávido por ver la discusión que estaba a punto de producirse ante sus ojos…
—Frío. Eres frío para atacar a un compañero por la espalda pero lo entiendo.
»No cumplí con mi código personal, todavía no me sale naturalmente, y me cuesta seguir las enseñanzas que me dieron. Gracias. Sé que debo ser útil para mis compañeros y antes no lo fui.
El Uchiha abrió los ojos de par en par, atónito. Pero, ¿qué mierda había sido esa? ¿Dónde habían quedado los reproches e improperios? ¿Y los dedos acusadores y la mirada envenenada? En nada, en tristes ilusiones de su mente. Karamaru tan solo había pedido perdón y mostrado su arrepentimiento, y, aunque esa era sin duda la acción más beneficiosa para el grupo, Datsue no pudo evitar sentirse un poco… decepcionado.
—Bueno, ¿y ahora qué? Dudo que seamos bienvenidos por aquí, y tampoco vamos a sacar nada de los lugareños. Nos hemos ganado su enemistad insultando al alguacil.
Datsue emitió un largo y prolongado suspiro.
—Seguidme, anda —dijo, sin dar más explicaciones.
Cruzó de nuevo el pueblo hasta llegar a la plaza, y una vez allí giró a la derecha. Luego a la derecha otra vez, y una última vez a la izquierda. Luego se detuvo, giró sobre sí mismo y desanduvo parte del camino. Entonces, escogió la segunda calle a la derecha, en donde antes había girado a la derecha por segunda vez.
Finalmente, giró a la izquierda y creyó haber encontrado la casa que le había descrito el aldeano. La casa de Iwata.
—Aquí estamos —sentenció, sin siquiera mirar atrás para asegurarse que no se habían perdido por el camino—. Os presento la casa del señor Iwata, chicos. Mientras vosotros dos os lo pasabais en grande con el alguacil, yo me preocupé por averiguar quién del pueblo podría sernos de… utilidad —Datsue no sabía si le sería de utilidad a ellos, pero al menos, a palabras del camarero, sí lo sería para él—. Sugiero que esta vez seamos más… diplomáticos. O nos quedaremos sin gente a la que preguntar.
Datsue iba a responderle, pero unos pasos se oyeron a sus espaldas. Era Karamaru, quien se había despertado al fin de su… siesta. El Uchiha se reincorporó, sentándose y cruzando las piernas, ávido por ver la discusión que estaba a punto de producirse ante sus ojos…
—Frío. Eres frío para atacar a un compañero por la espalda pero lo entiendo.
»No cumplí con mi código personal, todavía no me sale naturalmente, y me cuesta seguir las enseñanzas que me dieron. Gracias. Sé que debo ser útil para mis compañeros y antes no lo fui.
El Uchiha abrió los ojos de par en par, atónito. Pero, ¿qué mierda había sido esa? ¿Dónde habían quedado los reproches e improperios? ¿Y los dedos acusadores y la mirada envenenada? En nada, en tristes ilusiones de su mente. Karamaru tan solo había pedido perdón y mostrado su arrepentimiento, y, aunque esa era sin duda la acción más beneficiosa para el grupo, Datsue no pudo evitar sentirse un poco… decepcionado.
—Bueno, ¿y ahora qué? Dudo que seamos bienvenidos por aquí, y tampoco vamos a sacar nada de los lugareños. Nos hemos ganado su enemistad insultando al alguacil.
Datsue emitió un largo y prolongado suspiro.
—Seguidme, anda —dijo, sin dar más explicaciones.
Cruzó de nuevo el pueblo hasta llegar a la plaza, y una vez allí giró a la derecha. Luego a la derecha otra vez, y una última vez a la izquierda. Luego se detuvo, giró sobre sí mismo y desanduvo parte del camino. Entonces, escogió la segunda calle a la derecha, en donde antes había girado a la derecha por segunda vez.
Finalmente, giró a la izquierda y creyó haber encontrado la casa que le había descrito el aldeano. La casa de Iwata.
—Aquí estamos —sentenció, sin siquiera mirar atrás para asegurarse que no se habían perdido por el camino—. Os presento la casa del señor Iwata, chicos. Mientras vosotros dos os lo pasabais en grande con el alguacil, yo me preocupé por averiguar quién del pueblo podría sernos de… utilidad —Datsue no sabía si le sería de utilidad a ellos, pero al menos, a palabras del camarero, sí lo sería para él—. Sugiero que esta vez seamos más… diplomáticos. O nos quedaremos sin gente a la que preguntar.
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado