2/11/2016, 12:05
Quizás fue un paseo demasiado largo pero como Eri no tenía ni tiempo ni rumbo al que rendir cuentas, accedió a venir conmigo. Tampoco quise llevarla demasiado lejos, aunque así fue a fin de cuentas.
Parece que le gusta viajar casi tanto como a mí
Estaba un poco adormecida por el ir y venir del león de tinta, por lo que no se enteró mucho de lo que le dije...pero casi que mejor, ya estaba comenzando a desvariar, de forma justificada pero creo que era mejor tomar un respiro.
— ¿Uhm? ¡Me ha encantado! Y no te preocupes, algo me dice que nos volveremos a ver, y puede que sea en Takigakure, ¿quién sabe? —
La idea me agradó bastante, pensar en volver a Eri era una motivación muy gratificante para mí. Sobre todo el pensar algo más organizado que un encuentro por casualidad en el bosque. Con todo lo que sabía de ella, ya tenía unos ases en la manga para sorprenderla a base de bien. Por lo menos sabía que le podría hacer pasar un rato agradable.
-Oh! ¡Eso suena genial! Si vienes al País del Río, te llevaré a unos sitios geniales. Y te enseñaré trucos más grandiosos la próxima vez. Si esto te ha gustado, te aseguro que no es más que la punta del iceberg. Le comenté a Eri contento y emocionado, gesticulando con los brazos como para darle una mayor importancia y relevancia.
— ¿Entonces... Ya te vas? —
Buff...Las despedidas eran un coñazo para Yoshimitsu, sobre todo si la compañía era tan buena como lo fue estar con Eri. Pero claro cuando la conocí, teóricamente estaba de regreso a Takigakure. El deber me llamaba y no podía ausentarme más de la cuenta. Sobre todo si no tenía justificación alguna.
-Pues no tardaré mucho...la verdad. Le respondí mientras me acercaba a la orilla del lago aún con mi makimono en la mano. Hice unas pinceladas en el, y del papel brotaron un puñado de grandes carpas Koi negras como la noche que cayeron y se sumergieron en el lago.
-No vine aquí solo para abandonar el País de la Tormenta, he aprovechado para buscar una cosa que averigüé hace tiempo y que quiero comprobar que sea cierta. Le comenté de espaldas.
Leí hace tiempo, de aquellas cosas que no debía leer, que se encontraba en las profundidades del lago del Valle del Fin un pequeño acceso o cueva unos gravados con una información por determinar, mis peces encontrarían aquello y me lo transmitirían. Para ver de que se podría tratar.
Quizás sea algo interesante...
Bueno, quizás yo también debería ir a donde se supone que estaba yendo... —
Cuando los peces se perdieron en las profundidades, me dirigí nuevamente hacía Eri. -De acuerdo Eri-chan, yo acabo con esto y también me marcharé. Después le hice una respetuosa reverencia. -Me alegra muchísimo haberte conocido Eri-chan, pensaré en ti todos los días Dije convencido y alegre.
-Si eres tan buena kunoichi como lo eres como persona, seguro que ya tienes muchas papeletas para llegar a ser una gran Kage. Que más decir de Eri, solo tenía elogios para ella. No lo podía evitar, por eso cuando la conocí no era capaz de entender por qué tenía tan baja autoestima. Si yo que era un genin de Takigakure y me produjo aquella sensación, ¿Que no serían capaces de sentir por ella sus compañeros de aldea?
Seguro que cosas muy buenas
Parece que le gusta viajar casi tanto como a mí
Estaba un poco adormecida por el ir y venir del león de tinta, por lo que no se enteró mucho de lo que le dije...pero casi que mejor, ya estaba comenzando a desvariar, de forma justificada pero creo que era mejor tomar un respiro.
— ¿Uhm? ¡Me ha encantado! Y no te preocupes, algo me dice que nos volveremos a ver, y puede que sea en Takigakure, ¿quién sabe? —
La idea me agradó bastante, pensar en volver a Eri era una motivación muy gratificante para mí. Sobre todo el pensar algo más organizado que un encuentro por casualidad en el bosque. Con todo lo que sabía de ella, ya tenía unos ases en la manga para sorprenderla a base de bien. Por lo menos sabía que le podría hacer pasar un rato agradable.
-Oh! ¡Eso suena genial! Si vienes al País del Río, te llevaré a unos sitios geniales. Y te enseñaré trucos más grandiosos la próxima vez. Si esto te ha gustado, te aseguro que no es más que la punta del iceberg. Le comenté a Eri contento y emocionado, gesticulando con los brazos como para darle una mayor importancia y relevancia.
— ¿Entonces... Ya te vas? —
Buff...Las despedidas eran un coñazo para Yoshimitsu, sobre todo si la compañía era tan buena como lo fue estar con Eri. Pero claro cuando la conocí, teóricamente estaba de regreso a Takigakure. El deber me llamaba y no podía ausentarme más de la cuenta. Sobre todo si no tenía justificación alguna.
-Pues no tardaré mucho...la verdad. Le respondí mientras me acercaba a la orilla del lago aún con mi makimono en la mano. Hice unas pinceladas en el, y del papel brotaron un puñado de grandes carpas Koi negras como la noche que cayeron y se sumergieron en el lago.
-No vine aquí solo para abandonar el País de la Tormenta, he aprovechado para buscar una cosa que averigüé hace tiempo y que quiero comprobar que sea cierta. Le comenté de espaldas.
Leí hace tiempo, de aquellas cosas que no debía leer, que se encontraba en las profundidades del lago del Valle del Fin un pequeño acceso o cueva unos gravados con una información por determinar, mis peces encontrarían aquello y me lo transmitirían. Para ver de que se podría tratar.
Quizás sea algo interesante...
Bueno, quizás yo también debería ir a donde se supone que estaba yendo... —
Cuando los peces se perdieron en las profundidades, me dirigí nuevamente hacía Eri. -De acuerdo Eri-chan, yo acabo con esto y también me marcharé. Después le hice una respetuosa reverencia. -Me alegra muchísimo haberte conocido Eri-chan, pensaré en ti todos los días Dije convencido y alegre.
-Si eres tan buena kunoichi como lo eres como persona, seguro que ya tienes muchas papeletas para llegar a ser una gran Kage. Que más decir de Eri, solo tenía elogios para ella. No lo podía evitar, por eso cuando la conocí no era capaz de entender por qué tenía tan baja autoestima. Si yo que era un genin de Takigakure y me produjo aquella sensación, ¿Que no serían capaces de sentir por ella sus compañeros de aldea?
Seguro que cosas muy buenas