2/11/2016, 15:55
— ¿De qué habláis? El malvado siempre es detenido por el detective bueno. Después es encarcelado, después de su gran monologo donde explica el porqué de sus acciones, claro.
— El monologo es lo más importante de toda la historia. Si no nunca se podrá entender al culpable, no puedo creer que lo hayáis olvidado. ¿Qué clase de detectives sois?
Si bien la totalidad del cuerpo especializado en enfermedades mentales te podría asegurar por activa y por pasiva que lo que tenía aquella mujer no se encontraba en su especialidad, para Nabi, quien sabía de buena mano de todas las locuras que una persona puede padecer, la de aquella mujer le parecía de las peores. La única que se negaba a sufrir a lo largo de su vida, podría perder la noción de la realidad, pero jamás coger lo de esa mujer.
Él lo catalogaba como Sindrome de "El mundo es mio". A pesar de conocer de primera mano las locuras pertinentes, poco conocía ni le interesaba el nombre oficial para éstas. La descripción más acertada para ello es que la persona que lo sufre ha vivido una vida en su mayor parte buena y sin problemas, normalmente han sido agasajadas en algún momento de su vida o han vivido sin tener que ganarse el pan, lo cual les lleva a pensar que el mundo está para su uso y disfrute. No respetan rangos, obligaciones, ni nada que se entrometa con el objetivo que se les mete en la cabeza.
Ahora buscaba la atención de los shinobis, y no se detendría hasta conseguir eso o acabar entre rejas.
—En realidad… no somos detectives. Solo somos ninjas en cumplimiento de una misión de bajo rango… Y no creo que haga falta un detective para esto, no es como si fuera algo más que un simple acto de vandalismo, una niñería... Además, tampoco entiendo que es un "monólogo", pero no creo que nos sirva de algo si ya tenemos toda la información que necesitamos.
Si bien el discurso de Kazuma se veía cargado de verdades y lógica aplastante, la dialectica no solía ser la mejor arma contra este tipo de gente. Esperaba que funcionara, sino tendrían que matarla. Esa era la única solución eficaz contra las victimas de este sindrome.
— El monologo es lo más importante de toda la historia. Si no nunca se podrá entender al culpable, no puedo creer que lo hayáis olvidado. ¿Qué clase de detectives sois?
Si bien la totalidad del cuerpo especializado en enfermedades mentales te podría asegurar por activa y por pasiva que lo que tenía aquella mujer no se encontraba en su especialidad, para Nabi, quien sabía de buena mano de todas las locuras que una persona puede padecer, la de aquella mujer le parecía de las peores. La única que se negaba a sufrir a lo largo de su vida, podría perder la noción de la realidad, pero jamás coger lo de esa mujer.
Él lo catalogaba como Sindrome de "El mundo es mio". A pesar de conocer de primera mano las locuras pertinentes, poco conocía ni le interesaba el nombre oficial para éstas. La descripción más acertada para ello es que la persona que lo sufre ha vivido una vida en su mayor parte buena y sin problemas, normalmente han sido agasajadas en algún momento de su vida o han vivido sin tener que ganarse el pan, lo cual les lleva a pensar que el mundo está para su uso y disfrute. No respetan rangos, obligaciones, ni nada que se entrometa con el objetivo que se les mete en la cabeza.
Ahora buscaba la atención de los shinobis, y no se detendría hasta conseguir eso o acabar entre rejas.
—En realidad… no somos detectives. Solo somos ninjas en cumplimiento de una misión de bajo rango… Y no creo que haga falta un detective para esto, no es como si fuera algo más que un simple acto de vandalismo, una niñería... Además, tampoco entiendo que es un "monólogo", pero no creo que nos sirva de algo si ya tenemos toda la información que necesitamos.
Si bien el discurso de Kazuma se veía cargado de verdades y lógica aplastante, la dialectica no solía ser la mejor arma contra este tipo de gente. Esperaba que funcionara, sino tendrían que matarla. Esa era la única solución eficaz contra las victimas de este sindrome.
—Nabi—