4/11/2016, 21:08
Esperó con ansias la respuesta de la rubia, sin embargo, ésta se vio interrumpida por la llegada de un pequeño ¿cachorro? al lugar donde estaban. Reih giró su cabeza en dirección de donde provenía el sonido y sí, era un pequeño canino que se acercaba a ellos. O más bien, a la marioneta del peliblanco. "¿Con quién estará?" pensó mientras miraba al pequeño animal peludo que estaba a un metro de ello, olfateando desde su posición. Su respuesta no tardó en llegar en la forma de un chico moreno y de cabello rebelde, que se acercó a ellos corriendo disculpándose profusamente por la interrupción. Reih sonrió e hizo un gesto con la mano, quitandole importancia.
—No importa —afirmó, mientras se inclinaba para extender su mano derecha al canino con el fin de que éste lo olfateara, quitando la atención de su marioneta. Sabía que los perros se guiaban por el olfato, así que supuso que esa sería la forma de conocerse. No pudo evitar sentirse un poco decepcionado al no haber escuchado toda la respuesta de la kunoichi, pero supuso que se enteraría luego . Soy Shirayama Reih, un gusto — se presentó, dándole un leve asentimiento. Vaciló un segundo, pero al final decidió presentar a su acompañante. —. Ella es Sakamoto Noemi. Somos gennin de Takigakure.
Reih debía admitir que lo que menos esperaba era encontrarse con dos -posiblemente- genin y un perro. Ese día estaba resultando mucho más interesante de lo que pensó en un primer momento.
—No importa —afirmó, mientras se inclinaba para extender su mano derecha al canino con el fin de que éste lo olfateara, quitando la atención de su marioneta. Sabía que los perros se guiaban por el olfato, así que supuso que esa sería la forma de conocerse. No pudo evitar sentirse un poco decepcionado al no haber escuchado toda la respuesta de la kunoichi, pero supuso que se enteraría luego . Soy Shirayama Reih, un gusto — se presentó, dándole un leve asentimiento. Vaciló un segundo, pero al final decidió presentar a su acompañante. —. Ella es Sakamoto Noemi. Somos gennin de Takigakure.
Reih debía admitir que lo que menos esperaba era encontrarse con dos -posiblemente- genin y un perro. Ese día estaba resultando mucho más interesante de lo que pensó en un primer momento.