7/11/2016, 16:50
La mujer prácticamente se había declarado como culpable. Pero no podían detenerla, y tampoco podrían demostrarlo, a no ser que en su estado de desorden mental acabase confesando la culpa. Podría ser manipulada fácilmente si se le daba lo que quería. Pero ninguno de los tres era tan cruel como para si quiera pensarlo.
—Quizás hubo algo que pasó por alto, o puede que necesitase ayuda para conseguir lo que buscaba.
La mujer parpadeó, pero no entendió a lo que Kazuma se refería. Aun así, las palabras parecieron permanencer en ella.
— Pasar algo por alto... — murmuró, aletargada —, quizá sea eso...
Acto seguido, cogió nuevamente el libro que había sacado del bolso y lo abrió, esta vez más detenidamente, dando claro indicio de que lo estaba leyendo. La poca atención que les había prestado se acababa de esfumar.
— Chicos, vamonos.
— Ya va siendo hora, si — acordó Juro, con algo de tristeza en la voz —, no se cuanto nos queda, pero deberíamos marcharnos ya, Kazuma.
Después de todo, Kazuma seguía siendo el único con la capacidad de volver sin perderse al punto de encuentro con Shiori. Tenían que arrastrar todos los materiales de vuelta y rehacer el camino. Antes de que fuera demasiado tarde. La mujer ya no se preocupaba por ellos. Como una yonkie, balbuceaba de puro éxtasis mientras devoraba las páginas del libro, cada vez más velozmente. Verla así solo podía producirle pena al joven. Se preguntó como habría sido antes y que le habría pasado para acabar así.
Pero debían irse. El tiempo pasaba.
—Quizás hubo algo que pasó por alto, o puede que necesitase ayuda para conseguir lo que buscaba.
La mujer parpadeó, pero no entendió a lo que Kazuma se refería. Aun así, las palabras parecieron permanencer en ella.
— Pasar algo por alto... — murmuró, aletargada —, quizá sea eso...
Acto seguido, cogió nuevamente el libro que había sacado del bolso y lo abrió, esta vez más detenidamente, dando claro indicio de que lo estaba leyendo. La poca atención que les había prestado se acababa de esfumar.
— Chicos, vamonos.
— Ya va siendo hora, si — acordó Juro, con algo de tristeza en la voz —, no se cuanto nos queda, pero deberíamos marcharnos ya, Kazuma.
Después de todo, Kazuma seguía siendo el único con la capacidad de volver sin perderse al punto de encuentro con Shiori. Tenían que arrastrar todos los materiales de vuelta y rehacer el camino. Antes de que fuera demasiado tarde. La mujer ya no se preocupaba por ellos. Como una yonkie, balbuceaba de puro éxtasis mientras devoraba las páginas del libro, cada vez más velozmente. Verla así solo podía producirle pena al joven. Se preguntó como habría sido antes y que le habría pasado para acabar así.
Pero debían irse. El tiempo pasaba.
Hablo / Pienso
Avatar hecho por la increible Eri-sama.
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Sellos implantados: Hermandad intrepida
- Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60