28/11/2016, 22:39
El sonido de la bofetada se elevó por encima del ruido de la muchedumbre haciendo la suya, una muchacha dejaría escapar de sus labios un grito de reclamo y evidenciándose como la causante de aquel fuerte sonido.
¿¡Pero qué mierda te pasa!?
Fueron las palabras usadas por la furiosa diva de melena dorada. Como reacción inicial, el hombre de fina vestimenta casi que ni se inmutó, seguro de sus acciones mostraba una ligera sonrisa y mantenía en una de sus manos el gesto de pincita con el que habría pellizcado a la muchacha.
Oh... Pero... Pensé que... a lo mejor la navidad había llegado temprano.
Comenzó a decir mientras bajaba ligeramente la mirada. Algunos de los presentes que formaban parte de aquel circulo humano también estaban atento a lo que decían, gente sin nada mejor que hacer y alguna que otra vieja chusma consiguiendo algún chisme interesante antes de que llegue la hora del té.
Digo... por el delicioso pan dulce que llevas ahí y todo eso.
Como si hubiese tomado clases en la construcción más cercana, le lanzó un comentario que para nada sonaba a una disculpa. Hubo algunas risas entre la muchedumbre y algunos sonaban indignados ¿Pero qué iban a hacer? Era un tipo que cargaba con dos espadas al costado y ellos eran simples humanos.
Hablando de pan dulce... creo que me dio hambre...
Y mientras decía eso dio media vuelta y echo a caminar como si nada hubiese pasado.
¿¡Pero qué mierda te pasa!?
Fueron las palabras usadas por la furiosa diva de melena dorada. Como reacción inicial, el hombre de fina vestimenta casi que ni se inmutó, seguro de sus acciones mostraba una ligera sonrisa y mantenía en una de sus manos el gesto de pincita con el que habría pellizcado a la muchacha.
Oh... Pero... Pensé que... a lo mejor la navidad había llegado temprano.
Comenzó a decir mientras bajaba ligeramente la mirada. Algunos de los presentes que formaban parte de aquel circulo humano también estaban atento a lo que decían, gente sin nada mejor que hacer y alguna que otra vieja chusma consiguiendo algún chisme interesante antes de que llegue la hora del té.
Digo... por el delicioso pan dulce que llevas ahí y todo eso.
Como si hubiese tomado clases en la construcción más cercana, le lanzó un comentario que para nada sonaba a una disculpa. Hubo algunas risas entre la muchedumbre y algunos sonaban indignados ¿Pero qué iban a hacer? Era un tipo que cargaba con dos espadas al costado y ellos eran simples humanos.
Hablando de pan dulce... creo que me dio hambre...
Y mientras decía eso dio media vuelta y echo a caminar como si nada hubiese pasado.