1/12/2016, 05:16
Un buen par de centímetros le sacaba al shinobi pero eso parecía no ser suficiente para intimidarle, aunque sí que dio esa impresión por un instante en que el médico comenzó a mirar a su alrededor sin siquiera molestarse en mirar la reacción de su compañera de mesa que prácticamente decía que quería desaparecer en ese mismo instante de la escena. Y era una idea bastante seductora para la kunoichi que si la situación no mejoraba terminaba por usarla.
—¿Inmaduro? ¿Quién vino a molestar a alguien que solamente miraba? ¿O pretendes ir a hablar a todos en el local porque nos están mirando ahora mismo…? —Refutó el hombre bastante seguro de sus palabras. —¿Tanto te molesta que mire a la rubia? Porque a ella es a quien miraba y no parecía molesta, hasta que viniste a joder. —Agregó para redoblar la apuesta, pues él si había visto la postura de Noemi.
Muy probablemente todos estaban a la expectativa de que justamente se diera lo que pasaba por la cabeza del joven shinobi, una pelea allí mismo, algo que destruyera algún mueble, plato, o mismo que alguno de los dos saliera herido y solo por ello era que no decían absolutamente nada, incluso la rubia había desaparecido ante los ojos del público salvo por un simple empleado que pasó desapercibido con unos cuantos platos para alguna que otra mesa aleatoria. Sí, había quien daba mínima importancia a la escena y prefería seguir con su trabajo.
—Que mire a la chica, ¿te parece excusa para joder? Ve a joder a las demás mesas también, ya que estás.—Comentó claramente fastidiado por el accionar del chico.
—¿Inmaduro? ¿Quién vino a molestar a alguien que solamente miraba? ¿O pretendes ir a hablar a todos en el local porque nos están mirando ahora mismo…? —Refutó el hombre bastante seguro de sus palabras. —¿Tanto te molesta que mire a la rubia? Porque a ella es a quien miraba y no parecía molesta, hasta que viniste a joder. —Agregó para redoblar la apuesta, pues él si había visto la postura de Noemi.
Muy probablemente todos estaban a la expectativa de que justamente se diera lo que pasaba por la cabeza del joven shinobi, una pelea allí mismo, algo que destruyera algún mueble, plato, o mismo que alguno de los dos saliera herido y solo por ello era que no decían absolutamente nada, incluso la rubia había desaparecido ante los ojos del público salvo por un simple empleado que pasó desapercibido con unos cuantos platos para alguna que otra mesa aleatoria. Sí, había quien daba mínima importancia a la escena y prefería seguir con su trabajo.
—Que mire a la chica, ¿te parece excusa para joder? Ve a joder a las demás mesas también, ya que estás.—Comentó claramente fastidiado por el accionar del chico.