8/12/2016, 01:49
Rápidamente localizó una pequeña colonia de hongos blancos, pálidos, que en otra ocasiones había ingerido, no eran de un sabor muy agradable, más bien un tanto amargos, pero era lo que había y el hambre le podía más, así que saco unos cuantos hongos que serían de tamaño mediano y pequeños, los desenterró y le quitó, en medida de lo posible, la tierra de los alrededores y así mismo los llevó a su boca.
Llevaría unos pocos segundos que estaba ingiriendo aquellos hongos, cuando repentinamente una voz femenina se escuchó, irrumpiendo el silencio del lugar, en ese instante Hao volteó a verla, no obstante, la imagen que se llevaría la kunoichi sería única ya que le vería exactamente con su boca llena de hongos blancos; Aburame por su parte visualizaría a la chica, terminaría de comer de manera un poco salvaje, dejando que algunos trozos de su alimento se encontrara con el piso y luego se manifestó. - Hola, ez mi ojar ¿Por ke?- Cuestionó con un tanto de desconfianza.
Algo que llamó la atención del Aburame fue la vestimenta tradicional que llevaba la aquella mujer, aquellos colores vivos le recordaba los colores que solían tener los hongos en el bosque de los hongos. Poco después la dama preguntó algo más. -Zoy Jao, ¿kual cer tu nombre?- Cuestionó de la misma manera, pero ella se daría cuenta del mal hablar del pelinegro, además de que mientras hablaba seguía ingiriendo hongos para saciar medianamente su apetito.
En una de esas bocanadas que se echó, uno trozo de las setas que comía se quedó atorada en su garganta y empezó a toser repetidamente, su rostro pálido se empezó a colorar, como reflejo soltó las setas que le quedaban y le hizo con señas a la kunoichi que se estaba ahogando, la coloración de su rostro se estaba tornando a azul pálido y el trozo de champiñón no parecía moverse.
Llevaría unos pocos segundos que estaba ingiriendo aquellos hongos, cuando repentinamente una voz femenina se escuchó, irrumpiendo el silencio del lugar, en ese instante Hao volteó a verla, no obstante, la imagen que se llevaría la kunoichi sería única ya que le vería exactamente con su boca llena de hongos blancos; Aburame por su parte visualizaría a la chica, terminaría de comer de manera un poco salvaje, dejando que algunos trozos de su alimento se encontrara con el piso y luego se manifestó. - Hola, ez mi ojar ¿Por ke?- Cuestionó con un tanto de desconfianza.
Algo que llamó la atención del Aburame fue la vestimenta tradicional que llevaba la aquella mujer, aquellos colores vivos le recordaba los colores que solían tener los hongos en el bosque de los hongos. Poco después la dama preguntó algo más. -Zoy Jao, ¿kual cer tu nombre?- Cuestionó de la misma manera, pero ella se daría cuenta del mal hablar del pelinegro, además de que mientras hablaba seguía ingiriendo hongos para saciar medianamente su apetito.
En una de esas bocanadas que se echó, uno trozo de las setas que comía se quedó atorada en su garganta y empezó a toser repetidamente, su rostro pálido se empezó a colorar, como reflejo soltó las setas que le quedaban y le hizo con señas a la kunoichi que se estaba ahogando, la coloración de su rostro se estaba tornando a azul pálido y el trozo de champiñón no parecía moverse.