9/12/2016, 01:19
Daruu estaba ensimismado leyendo a través de las vetas de la madera cuando tres cartas cayeron en la mesa con un sonoro plaf. El muchacho dio un respingo y miró al camarero durante un brevísimo instante de tiempo, luego se afanó en coger una de las papeletas plastificadas y echó una ojeada muy por encima.
Se sorprendió de encontrar pizza en aquél ciclópeo montón de mugre. Y aún así...
«Me parece que paso. Pediré lo de Kori-sensei o lo de Ayame-chan. Así si morimos envenenados lo hacemos los tres.»
—Para mí un ramen especial de la casa.
—Para mí también.
«Espera, espera, Daruu. ¿Y si "especial de la casa" significa que tiene pescado? Joder, joder, eso sí que no. Por otra parte, no sé qué tiene de especial un trozo de merluza maloliente asquerosa putre...»
—Un ramen de cerdo con curry, por favor —dijo, tímido, apuntando con el dedo índice al nombre del plato en el flyer del tugurio.
Se sorprendió de encontrar pizza en aquél ciclópeo montón de mugre. Y aún así...
«Me parece que paso. Pediré lo de Kori-sensei o lo de Ayame-chan. Así si morimos envenenados lo hacemos los tres.»
—Para mí un ramen especial de la casa.
—Para mí también.
«Espera, espera, Daruu. ¿Y si "especial de la casa" significa que tiene pescado? Joder, joder, eso sí que no. Por otra parte, no sé qué tiene de especial un trozo de merluza maloliente asquerosa putre...»
—Un ramen de cerdo con curry, por favor —dijo, tímido, apuntando con el dedo índice al nombre del plato en el flyer del tugurio.