15/12/2016, 21:49
Suspiro aliviada al darse cuenta de que la tos había cesado y que ahora podía hablarle. Su rostro antes pálido por la preocupación retomo su color – que alivio – comento agotada, aunque no hubiese hecho mucho, la angustia que le había causado aquella situación fue suficiente para hacerla sudar y casi contener el aliento...quizás había exagerado un poco…
¡N-no tienes que agradecer! –negó con ambas manos suavemente mientras sonreía aliviada, aunque aun nerviosa por el susto que se había llevado tan solo minutos atrás – Solo ten más cuidado la próxima vez Jao… ¿uh? - se percató entonces de que, quizás estaba llamándolo de forma incorrecta, a lo mejor se hubiera percatado de ello si no hubiera sido por el susto de muerte que se llevó.
Aun pensando en aquello, ya ensimismada en sus pensamientos pudo escuchar la vocecilla del menor inundar sus oídos – oh –parpado rápidamente mientras lo observaba – Gracias, las había olvidado – Tomo las flores con una de sus manos mientras que la otra, aun libre, se apoyaba suavemente sobre la cabeza del niño. No dijo nada, solo se quedó ahí, contemplándolo largamente mientras lo despeinaba suavemente y sonreía de forma casi maternal, realmente le hubiera gustado tener un hermano menor a cual consentir y mimar.
Mientras tanto, la poca luz que lograba filtrarse en el bosquecillo, de apoco comenzaba a extinguirse, la claridad cada vez era menos y la muchacha no parecía ser consciente de ello, ni el frio pareció afectarle siquiera, seguramente por las prendas que usaba. Después de un momento aparto su mano de la cabeza ajena , lo escucho hablar intentando comprender algunas de sus palabras – Un poco de agua no estaría mal – asintió con la cabeza y recordó entonces el pequeño bolso que llevaba consigo y el preciado bien que guardaba dentro del mismo - ¡es cierto! – Exclamo emocionada, mientras que con su mano libre apartaba la correa que mantenía cerrada aquella bolsa de tela, que colgaba de uno de sus hombros – Que tonta, había olvidado que traía esto conmigo, ja ja ja ja! – parloteo un rato consigo misma. Era curioso de ver, hacia preguntas que ella misma se respondía luego, y así estuvo por un buen rato hasta que encontró ese “algo” que con tanto afán intentaba encontrar.
- Toma, es para ti~ - canturreo la muchacha mientras le extendía al muchacho lo que parecía ser un emparedado, estaba cubierto por un papelillo delgado, pero podían verse aun las orillas – No deberías comer ese tipo de cosas –le dio un vistazo a los hongos, refiriéndose claramente a ellos, y volvió la vista al más joven – suelo venir de vez en cuando, podría traerte algo de comida y así no tendrías que comer cosas tan extrañas…- concluyo haciendo énfasis en esa última palabra, seguía creyendo que comer setas no era una buena idea por mucha hambre que se tuviera.
¡N-no tienes que agradecer! –negó con ambas manos suavemente mientras sonreía aliviada, aunque aun nerviosa por el susto que se había llevado tan solo minutos atrás – Solo ten más cuidado la próxima vez Jao… ¿uh? - se percató entonces de que, quizás estaba llamándolo de forma incorrecta, a lo mejor se hubiera percatado de ello si no hubiera sido por el susto de muerte que se llevó.
Aun pensando en aquello, ya ensimismada en sus pensamientos pudo escuchar la vocecilla del menor inundar sus oídos – oh –parpado rápidamente mientras lo observaba – Gracias, las había olvidado – Tomo las flores con una de sus manos mientras que la otra, aun libre, se apoyaba suavemente sobre la cabeza del niño. No dijo nada, solo se quedó ahí, contemplándolo largamente mientras lo despeinaba suavemente y sonreía de forma casi maternal, realmente le hubiera gustado tener un hermano menor a cual consentir y mimar.
Mientras tanto, la poca luz que lograba filtrarse en el bosquecillo, de apoco comenzaba a extinguirse, la claridad cada vez era menos y la muchacha no parecía ser consciente de ello, ni el frio pareció afectarle siquiera, seguramente por las prendas que usaba. Después de un momento aparto su mano de la cabeza ajena , lo escucho hablar intentando comprender algunas de sus palabras – Un poco de agua no estaría mal – asintió con la cabeza y recordó entonces el pequeño bolso que llevaba consigo y el preciado bien que guardaba dentro del mismo - ¡es cierto! – Exclamo emocionada, mientras que con su mano libre apartaba la correa que mantenía cerrada aquella bolsa de tela, que colgaba de uno de sus hombros – Que tonta, había olvidado que traía esto conmigo, ja ja ja ja! – parloteo un rato consigo misma. Era curioso de ver, hacia preguntas que ella misma se respondía luego, y así estuvo por un buen rato hasta que encontró ese “algo” que con tanto afán intentaba encontrar.
- Toma, es para ti~ - canturreo la muchacha mientras le extendía al muchacho lo que parecía ser un emparedado, estaba cubierto por un papelillo delgado, pero podían verse aun las orillas – No deberías comer ese tipo de cosas –le dio un vistazo a los hongos, refiriéndose claramente a ellos, y volvió la vista al más joven – suelo venir de vez en cuando, podría traerte algo de comida y así no tendrías que comer cosas tan extrañas…- concluyo haciendo énfasis en esa última palabra, seguía creyendo que comer setas no era una buena idea por mucha hambre que se tuviera.