20/12/2016, 16:36
Habiendo dado el visto bueno a las palabras del joven médico, el cenobita se dio a la tarea de reanudar la caminata y continuar avanzando hacía el complejo de la Academia de Amegakure. Parecía que podrían pasar a otro tema menos serio o quizás pensar exactamente que decirle a la líder de la aldea para no ser arrojados por la ventana por la falta de labia.
Pero no.
Aunque sigo sin encontrar una total claridad en tus palabras.
El calvo se mostraba reacio a dejar el tema, como si disfrutase el interrogar al muchacho de cabello azabache. Citando una de las cosas que había dicho segundos atrás interrogaría nuevamente a Mogura sobre sus intenciones sobre ir en búsqueda de la Arashikage misma.
Por supuesto que Arashikage-sama tiene tareas muy importantes y seguramente tiene poco tiempo para descansar...
Dijo mientras iba avanzando a la par del monje. Era algo bastante obvio, uno no veía a Amekoro Yui paseándose por el mercado o yendo a los salones recreativos como si fuese una persona más de la aldea, ella era la líder. Como en una manada de lobos, el alfa tiene muchos privilegios pero a su vez tiene muchas responsabilidades.
Pero una de esas tareas tan importantes es velar por la seguridad de su gente. Supongo que juntando ambas cosas, el ínfimo tiempo que posea para nosotros y el deber para con su gente... Seguramente la solución sea bastante inmediata.
El joven médico manejaba un tono bastante calmado y serio. En ese preciso instante, en la mente de Mogura, las cosas tenían bastante forma. Irían hasta el despacho de la mujer más importante de Amegakure y esta ayudaría al joven. Aunque...
En el peor de los casos nos lanzará por la ventana de su despacho.
Una ligera sonrisa se esbozó en su rostro, tenía que ver varias posibilidades sobre aquel encuentro, quizá aquel puntual día Arashikage-sama estaba realmente ocupada y no tenía ni tiempo ni paciencia para dos genin y un niño de la calle, en ese caso arrojarlos a los tres por la ventana y que vuelvan a subir hasta lo más alto de la torre sería una solución inmediata también.
Pero no.
Aunque sigo sin encontrar una total claridad en tus palabras.
El calvo se mostraba reacio a dejar el tema, como si disfrutase el interrogar al muchacho de cabello azabache. Citando una de las cosas que había dicho segundos atrás interrogaría nuevamente a Mogura sobre sus intenciones sobre ir en búsqueda de la Arashikage misma.
Por supuesto que Arashikage-sama tiene tareas muy importantes y seguramente tiene poco tiempo para descansar...
Dijo mientras iba avanzando a la par del monje. Era algo bastante obvio, uno no veía a Amekoro Yui paseándose por el mercado o yendo a los salones recreativos como si fuese una persona más de la aldea, ella era la líder. Como en una manada de lobos, el alfa tiene muchos privilegios pero a su vez tiene muchas responsabilidades.
Pero una de esas tareas tan importantes es velar por la seguridad de su gente. Supongo que juntando ambas cosas, el ínfimo tiempo que posea para nosotros y el deber para con su gente... Seguramente la solución sea bastante inmediata.
El joven médico manejaba un tono bastante calmado y serio. En ese preciso instante, en la mente de Mogura, las cosas tenían bastante forma. Irían hasta el despacho de la mujer más importante de Amegakure y esta ayudaría al joven. Aunque...
En el peor de los casos nos lanzará por la ventana de su despacho.
Una ligera sonrisa se esbozó en su rostro, tenía que ver varias posibilidades sobre aquel encuentro, quizá aquel puntual día Arashikage-sama estaba realmente ocupada y no tenía ni tiempo ni paciencia para dos genin y un niño de la calle, en ese caso arrojarlos a los tres por la ventana y que vuelvan a subir hasta lo más alto de la torre sería una solución inmediata también.