22/12/2016, 06:27
Ante la interrogante, Haze no pudo evitar mirar de reojo la bolsa de dulces que llevaba encima y mostrarsela al peliazul, encogiendose de hombros <Yo solo buscaba un sitio tranquilo para poder, echarme a comerme el botin> Dijo mirando al peliazul, detallandole el cabello. <Pero ha llegado mucha gente y la calma se ha ido al traste con ellos> Dijo soltando un suspiro.
Hazegawa no pudo evitar quedar viendole el cabello, como rayos su cabello era completamente azul cuando al mirar alrededor las demas personas tenian colores normales de cabello, le miro bastante extrañado pero no quiso preguntar quizas penso que seria demasiado osado o incluso raro. <No me gustan los pandas si te soy honesto>Dijo haciendo un ademan restandole importancia.
Pero aquello como que no gusto a las personas que le rodeadon, las cuales comenzaron a abuchear al par tanto al ojiblanco como al peliazul, aquella frase fue dicha en un mal momento y frente a una multitud de amantes de los pandas, ademas de los abucheos, las personas comenzaron a tirarles comida de los asientos superiores a ellos, e inclusive les tiraron un refresco con hielo, de esos grandes.
<¡Pero que demonios!> Dijo en voz baja mientras un rollito de arroz le pegaba en la espalda, miro de reojo a las personas en un vano intento por contarlos, pero eran demasiados y ahora creerian que andaba con el peliazul, para mas desgracia tendria que hacer algo rapido o seria linchado por gustarle un misero oso bicolor.
Hazegawa no pudo evitar quedar viendole el cabello, como rayos su cabello era completamente azul cuando al mirar alrededor las demas personas tenian colores normales de cabello, le miro bastante extrañado pero no quiso preguntar quizas penso que seria demasiado osado o incluso raro. <No me gustan los pandas si te soy honesto>Dijo haciendo un ademan restandole importancia.
Pero aquello como que no gusto a las personas que le rodeadon, las cuales comenzaron a abuchear al par tanto al ojiblanco como al peliazul, aquella frase fue dicha en un mal momento y frente a una multitud de amantes de los pandas, ademas de los abucheos, las personas comenzaron a tirarles comida de los asientos superiores a ellos, e inclusive les tiraron un refresco con hielo, de esos grandes.
<¡Pero que demonios!> Dijo en voz baja mientras un rollito de arroz le pegaba en la espalda, miro de reojo a las personas en un vano intento por contarlos, pero eran demasiados y ahora creerian que andaba con el peliazul, para mas desgracia tendria que hacer algo rapido o seria linchado por gustarle un misero oso bicolor.