23/12/2016, 16:43
Mientras continuaban avanzando el tono de la conversación fue tomando un sentido diferente, tratando de romper con aquel aire de seriedad y tensión Mogura lanzó una frase en broma sobre la suerte final que podrían tener en caso de reunirse con la líder de Amegakure, el calvo por su parte comentaría en un tono similar que podrían llegar a sufrir algo peor, aunque no dijo qué.
El joven, si.
Contestó inicialmente el joven médico señalando un ligero desvío en su recorrido, si seguían por el camino que quería tomar podrían llegar a ahorrar un poco de camino y llegar mas rápido a la entrada que en aquel momento les interesaba.
Hanaiko-san le envió a la recepción de la Academia, debería encontrarse allí.
Dijo mientras continuaba avanzando a la par del monje. No quedaba mucho más tiempo de viaje hacía su destino pero restaba lo suficiente como para hacer una pregunta más.
¿Llevas mucho tiempo viviendo en la aldea?
Una pregunta bastante casual, casi sin sentido alguno. Teniendo en cuenta un par de detalles sobre lo poco que podría especular sobre el monje, llevaba al menos uno o dos años como ninja y a eso había que sumarle el tiempo que habría invertido en su formación durante su época de estudiante. Pero más allá de eso esperaba detonar con aquella interrogante algún tipo de conversación sobre los orígenes del chico y sobretodo, de su calva.
El joven, si.
Contestó inicialmente el joven médico señalando un ligero desvío en su recorrido, si seguían por el camino que quería tomar podrían llegar a ahorrar un poco de camino y llegar mas rápido a la entrada que en aquel momento les interesaba.
Hanaiko-san le envió a la recepción de la Academia, debería encontrarse allí.
Dijo mientras continuaba avanzando a la par del monje. No quedaba mucho más tiempo de viaje hacía su destino pero restaba lo suficiente como para hacer una pregunta más.
¿Llevas mucho tiempo viviendo en la aldea?
Una pregunta bastante casual, casi sin sentido alguno. Teniendo en cuenta un par de detalles sobre lo poco que podría especular sobre el monje, llevaba al menos uno o dos años como ninja y a eso había que sumarle el tiempo que habría invertido en su formación durante su época de estudiante. Pero más allá de eso esperaba detonar con aquella interrogante algún tipo de conversación sobre los orígenes del chico y sobretodo, de su calva.