28/12/2016, 22:42
«Serán unos 200 metros...»
De un momento a otro parecían acercarse ya definitivamente al lugar del comienzo de esa andada y de su primer cruce cómo personas. La torre de la academia estaba a tan solo unos pasos, la conversación llegaba a su fin y el deseo de recuperar su collar del nene se hacía cada vez más próximo.
«150...»
No, llevo unos años aquí pero no llevo toda mi vida viviendo en la aldea. De ahí que siempre este con esto encima.
Había que tener ganas de vivir, sí que sí. El calvo no podía creer que de verdad llevase ese paraguas a todos lados. ¿Vives en Ame y no soportas la lluvia ni mojarte? Parecía que el médico era uno de esos, esos que no prefieren el suave tacto del agua celestial. Pero para gustos colores solía decir su abuelo cada vez que le describía una comida cómo si fuese un manjar cuando para el calvo era completamente horrible e incomible.
Supongo que algo tenemos en común.
«50 metros...»
Ni lento ni rápido, tras unos pasos más, se encontrarían ambos shinobis en la entrada de la recepción del torreón de la academia. Ahora tocaba buscar al niño y llevarlo en un corto y eficaz viaje al edificio de la Arashikage.
¿Dónde estará?- Karamaru revoleaba la vista de punta a punta de la recepción buscando al nene.
De un momento a otro parecían acercarse ya definitivamente al lugar del comienzo de esa andada y de su primer cruce cómo personas. La torre de la academia estaba a tan solo unos pasos, la conversación llegaba a su fin y el deseo de recuperar su collar del nene se hacía cada vez más próximo.
«150...»
No, llevo unos años aquí pero no llevo toda mi vida viviendo en la aldea. De ahí que siempre este con esto encima.
Había que tener ganas de vivir, sí que sí. El calvo no podía creer que de verdad llevase ese paraguas a todos lados. ¿Vives en Ame y no soportas la lluvia ni mojarte? Parecía que el médico era uno de esos, esos que no prefieren el suave tacto del agua celestial. Pero para gustos colores solía decir su abuelo cada vez que le describía una comida cómo si fuese un manjar cuando para el calvo era completamente horrible e incomible.
Supongo que algo tenemos en común.
«50 metros...»
Ni lento ni rápido, tras unos pasos más, se encontrarían ambos shinobis en la entrada de la recepción del torreón de la academia. Ahora tocaba buscar al niño y llevarlo en un corto y eficaz viaje al edificio de la Arashikage.
¿Dónde estará?- Karamaru revoleaba la vista de punta a punta de la recepción buscando al nene.
"El miedo es el camino al lado oscuro. El miedo lleva a la ira, la ira al odio, el odio al sufrimiento, y el sufrimiento al lado oscuro"
-Maestro Yoda.
◘ Hablo ◘ Pienso ◘
-Maestro Yoda.
◘ Hablo ◘ Pienso ◘